Especialistas en ciencia piden a la OMS actualizar su enfoque frente al tabaco

Ante la urgente necesidad de reducir las muertes causadas por el tabaco fumado, unos cien especialistas independientes en ciencia, política y práctica en nicotina solicitan a la Conferencia de las Partes (COP9), que alienten a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a que incorpore efectivamente la reducción del daño del tabaco en el Convenio Marco para el Control del Tabaco.

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Mediante una  una misiva, los expertos independientes sostienen que, en la última década, la innovación en el mercado de tabaco y la nicotina ha hecho que ahora haya productos a base de nicotina disponibles que no implican la combustión de la hoja de tabaco ni la inhalación de humo.

Científicos e investigadores de países como México, España, Japón, Australia, Ecuador, Canadá y Argentina, mencionan que entre estos productos sin humo se encuentran de vapeo, las nuevas bolsas de nicotina oral, los productos de tabaco calentado y el tabaco sin humo con bajo contenido en nitrosinas, como el snus.

De la misma manera, destacan que mientras los cigarrillos y otros productos de tabaco para fumar son responsables de la gran mayoría de los fallecimientos causados por el consumo de tabaco en el mundo, los productos de nicotina sin humo ofrecen una vía prometedora para reducir los daños derivados del tabaquismo. “Existen pruebas convincentes de que los productos sin humo son mucho menos perjudiciales que los cigarrillos y que pueden desplazar al tabaquismo en el plano individual y en el de la población”, remarcan.

Agregan que pese a que reconocen que existe incertidumbre frente a los beneficios y riesgos asociados con la evolución del mercado de los productos de tabaco sin combustión a largo plazo, y que existe un continuo riego en estos productos, también tienen en cuenta el importante conjunto de pruebas que tenemos y no permitir que la excesiva precaución o las incertidumbres residuales nieguen a los fumadores opciones prometedoras para abandonar los productos combustibles que sabemos con certeza que son letales.

Estos expertos sostienen que aunque las pruebas sugieren que el vapeo está aumentando el abandono del tabaco, el impacto podría ser mucho mayor si la comunidad de la salud pública prestara una atención seria al potencial del vapeo para ayudar a los fumadores adultos a que recibieran una información precisa sobre los riesgos relativos del vapeo y del tabaquismo, y las políticas se diseñaran teniendo en cuenta los efectos potenciales sobre los fumadores.

Subrayan que la reducción del daño del tabaco puede contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), toda vez que la meta 3.4 pretende reducir los fallecimientos prematuros por cuatro enfermedades no transmisibles (ENT) importantes en un tercio para 2030 en comparación con 2015, pero la mayoría de las naciones del mundo están muy por detrás del progreso necesario para cumplir el objetivo.

Los científicos destacan que la única manera de que el control del tabaco marque una diferencia sustancial durante este periodo es el abandono rápido del tabaquismo y las medidas de control del tabaco más rápidas mezclarían la fuerza motriz de las medidas MPOWER con la oferta de una respuesta conductual más sencilla para la mayoría de los fumadores: el cambio del tabaco convencional a los productos sin humo, asegurando una importante reducción del riesgo de enfermedad sin la lucha adicional de dejar de consumir nicotina.