Historia de Ody, un perro que sufrió de cáncer a sus ocho años
“Poco a poco se fue enfermando y uno de sus primeros síntomas fueron vómito, pérdida del apetito y diarrea”, indicó Jesús Guardiola, dueño de Ody.
Ody.
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Por: Ana Quinchoa / Estudiante de Periodismo -
En muchos casos, las mascotas son parte de las familias con las que conviven. Sus dueños procuran por ellos y los atienden como a cualquier otro miembro. Tal es el caso de Jesús Guardiola, dueño de Ody, un perro que padeció cáncer.
Guardiola narró en Twitter la experiencia de tener una mascota con esta enfermedad. Comenta el dueño que, al momento en que diagnosticaron a su perro tenía ocho años (aproximadamente 57 en edad perruna). A pesar de la edad, considera, Ody era “juguetón”; sin embargo, de un momento a otro, su comportamiento cambió: “poco a poco se fue enfermando y uno de sus primeros síntomas fueron vómito, pérdida del apetito y diarrea”.
Cuando llevaron el perro a la clínica veterinaria, le diagnosticaron linfoma de células, considerado como uno de los tipos de cáncer más agresivos.
Aunque la mascota resistió el tratamiento y mejoró por un periodo de tiempo, siempre recaía. "Ody, iba perdiendo fuerzas poco a poco, debido a que no comía nada. Perdió mucho peso en muy poco tiempo y los veterinarios decidieron que debían ingresarlo y ponerle fluidoterapia, es decir, ingresarlo y ponerle suero para ver si ganaba fuerzas", explica Jesús Guardiola.
"Fui a la clínica donde había pasado la noche y lo recogí para llevármelo a casa y que pasase los últimos momentos con su familia. La idea era pasar toda la tarde con él, llevándolo a la montaña, a la playa y al parque, aunque fuese en brazos porque él ya no tenía muchas fuerzas", admitió.
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No obstante, ya el perro no tenía la suficiente fuerza para eso: "Cuando llegué a la clínica me llevé la sorpresa de que Ody ya no podía aguantar en pie ni un segundo y al llevarlo en brazos no podía ni mantener la cabeza erguida. Pese a eso lo llevé a casa pensando en hacerle disfrutar en medida de lo posible de sus últimos momentos, y que no pasase sus últimas horas de vida encerrado en una clínica”, explica Guardiola. Ody falleció a las dos horas de llegar a su casa.
"Al menos murió con su familia,en su casa y, lo más importante, había dejado de sufrir", dice su dueño.
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EUTANASIA
Ody tuvo una muerte tranquila en su hogar; pero no todos los casos de animales con cáncer son así. Por eso, en ocasiones se contempla la eutanasia como una alternativa para la mascota.
Para el veterinario José Torres, la eutanasia es un recurso en situaciones complejas. “Es difícil, pero a veces es saludable porque le afecta al dueño y a la mascota”. El médico explica que la muerte asistida se realiza de forma segura, “sin dolor alguno, de forma tranquila”. Lo compara como si fuese “un sueño profundo, noble y sin padecimiento”.
Para Torres, la eutanasia solo debe ser una opción cuando el animal tiene mucho dolor y ya no pueda comer ni hacer sus necesidades fisiológicas de manera regular.
La doctora Crissia Mendoza aclara, por su parte, que la eutanasia es una decisión del dueño, no es el veterinario quien la recomienda. “Siempre se buscan diferentes opciones que generen una mejor calidad de vida al paciente".