Le dedica canción a Rubén Blades

Por: María Elizabeth Morales /VIVA -

Nuevamente, Juan Luis Guerra se echa al bolsillo a panameños y extranjeros que disfrutaron de su presentación, la noche del jueves, en el centro de convenciones Figali con su "tour" "Todo tiene su hora".

Las puertas del Figali fueron abiertas a las 7:00 de la noche, para dar paso a los cientos de fanáticos que se agolpaban a las afueras del recinto, ya que estaban ansiosos de ver al dominicano.

El espectáculo se inició a las 9:00 p.m. con las presentaciones del conjunto folclórico Tradiciones y Alegorías Panameñas, para posteriormente cederle el escenario a La K-SHAMBA.

Luego de que la popular orquesta nacional culminara su presentación de cuarenta minutos, los integrantes de la legendaria agrupación 4.40, se posicionaban en el escenario para lo que sería la presentación del artista más esperado de la noche.

El cantante, que salió al entarimado a las 10:20, apareció en el interior de una antigua cabina de teléfono de color azul, vestido con un chaleco chocolate, camisa blanca, pantalón de tela y su singular boina, un atuendo que combinaba con la de su legendaria agrupación.

"Cookies and cream", melodía de su más reciente producción discográfica fue la primera interpretación que hizo el dominicano para, una vez terminada, saludar a la audiencia con un "¡Buenas noches, Panamá! Gracias por acompañarme en esta gira mundial "Todo tiene su hora". ¿Cómo la están pasando?".

En este "show" no había tiempo que perder, por lo que de una vez soltó "La travesía", "Ojalá que llueva café", "La llave de mi corazón", y salieron los gritos ensordecedores del público.

Cada tema estuvo acompañado por videos, los cuales se proyectaban en las tres pantallas gigantes ubicadas en el centro del escenario y dos situadas a ambos lados de la escenografía, para que las personas no se perdieran ningún detalle del "show".

"Siempre es un placer estar aquí en Panamá, ya que tengo muy buenos amigos. ¿A cuántos les gusta la bachata? Este siguiente tema lo compuse para todas las parejas. Yo tengo 31 años de estar casado con mi esposa", dijo el "rey" de la bachata y el merengue, quien añadió que "el que ama a su esposa, se ama a sí mismo". Con estas palabras anunciaría su próximo número: "Mi bendición".

La noche continuaba con algo de salsa con "Dime Nora mía", también de su nuevo disco, canción que le dedicó a Rubén Blades. "Esta canción va para ti, Rubén Blades. Lo que yo sé de salsa lo he aprendido de él y del Gran Combo", dijo.

Seguidamente, interpretó "Carta de Amor" y continuó luego con el contagioso merengue "Como yo".

Minutos después, Guerra se tomó un descanso y aprovechó para sentarse con su guitarra para cantar "Muchachita linda" y "Todo tiene su hora". Sus músicos también animaron el espectáculo con el "pasito del capitán", mientras Guerra seguía tomando un "respirito" fuera del escenario.

Nuevamente, el éxtasis volvió al recinto cuando regresó para cantar "El costo de la vida", "Para ti", "Tus besos", "Visa para un sueño", El Niágara en bicicleta", "La Guagua" y "Perico Ripiao", y se despidió con "La Bilirrubina", pero el público se resistía a despedirse y con aplausos y gritos pedía otra canción. En una tercera ocasión regresó al escenario para cerrar la presentación interpretando un popurrí de sus éxitos con temas como "A pedir su mano", "Estrellitas y Duendes" y "Burbujas de amor".

Pasadas las once y cuarenta, y después de una buena descarga musical, el concierto finalizó con "Las Avispas", y el público quedó satisfecho.



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