Son mínimo 15 mil dólares lo que pagan los ciudadanos eritreos, somalíes o etiopes a los coyotes que pretenden llevarlos al sueño americano desde los países más pobres de �frica.
En un reportaje del periódico El Tiempo, de Colombia, se dio a conocer que los africanos usan el Puerto El Waffe, en Turbo, Urabá antioqueño, en grupos provenientes de Ecuador, quienes ingresan por más de 27 trochas.
Al principio no les solicitaban visas, pero el gobierno de Ecuador intensificó su seguridad.
El Frente 57 de las FARC, que opera en la frontera con Darién, se hace cargo de custodiar a las víctimas de tráfico humano.
Del Urabá ingresan a la selva en el Departamento del Chocó vía marítima, para entrar al río Atrato y atravesar la selva de Darién.
El tráfico humano va rumbo a Estados Unidos, pasando a México donde también les cobran otros 15 mil dólares, que son pagados a las mafias a través de envíos de los familiares.
Muchas de las víctimas son procedentes de Nepal, China, Bangladesh, Afganistán o Pakistán y prefieren no regresar a su país de origen debido a que si son capturados y deportados deben cumplir hasta 15 años de trabajos forzados. Otros son desertores de conflictos armados en sus países.
TRATA DE PERSONAS
Ruta de escape
Las redes de traficantes de personas operan desde los Emiratos �rabes y Amsterdam, Holanda, quienes han hecho ajustes en las rutas.