El éxito empresarial, en mano de los emprendedores
Prosperidad y consolidación. Dos conceptos que, desde un punto de vista empresarial, se unen en uno solo: el éxito. Un camino perseguido por toda empresa. Todas se adentran en un mismo sendero: aquel que les conduzca hacia la formación de un negocio solvente, que sea capaz de crecer paulatinamente día a día. Para ello, ampliar la plantilla, la facturación y, por consiguiente, el beneficio es esencial para la búsqueda de dicho objetivo (véase comprar programa para facturar y gestionar una empresa).
Con este panorama por delante, a todo emprendedor se le plantean las siguientes cuestiones: ¿cómo conseguir el éxito? ¿qué es necesario hacer para hallar una tranquilizadora prosperidad empresarial? Ante tal cuestión, el equipo de comunicadores de la empresa de comunicación digital y offline Eureka PR indicó, tras un estudio realizado a varios españoles que decidieron crear negocios en Estados Unidos, Colombia y España, respectivamente, una serie de cualidades fundamentales que cualquier persona que se adentre en el complejo mundo del emprendimiento debería considerar para lograr su objetivo.
Según este análisis, el primer factor a tener en cuenta es la creatividad. La capacidad del empresario para desarrollar métodos y técnicas alternativas a las ya existentes en el mercado y, así, evitar los procedimientos establecidos en éste. Según aclaró Alejandro Bazal, encargado de CEO en Zalcu (plataforma dedicada al diseño de aplicaciones), ésta "incide directamente sobre tu negocio, permitiéndote crear productos y servicios más competitivos e innovadores". Al mismo tiempo, afirmó que influye de forma positiva en la resolución de problemas.
Otro de los aspectos que un emprendedor debe tener es iniciativa. Es decir, la capacidad para dar el primer paso adelante y estar predispuesto a querer sacar un negocio alternativo al mercado. De hecho, muchos son los empresarios que corroboran que la distinción entre éxito y fracaso depende de este factor. Siguiendo esta línea, conviene destacar la valentía de arriesgar a la hora de montar un negocio, ya que emprender implica, en todos los sentidos, asumir el riesgo de nuestra decisión.
La búsqueda de oportunidades y la responsabilidad son también variables que hay que analizar. En lo que corresponde a la primera, todo empresario se encuentra sujeto a una alerta constante de las posibilidades que ofrece el mercado. Con respecto a la segunda, no hay que olvidar que la creación de todo negocio implica dedicación, constancia y atención. A su vez, se trata de un factor significativo en lo relativo a las consecuencias de la toma de decisiones.
Tal es la importancia de España en este ámbito que, el pasado año, la tasa de actividad emprendedora creció un 5,7% más con respecto a años anteriores. No obstante, dicha cifra está todavía lejos de la media europea, que se encuentra marcada en un 8%. Según señaló un informe del Foro Económico Mundial, junto al Observatorio Global de la Actividad Emprendedora, nuestro país se posiciona como el segundo menos emprendedor de la Unión Europea.
La principal consecuencia de ello es el miedo al fracaso. Así lo detalló el último informe publicado por la GEM, cuyos datos ponen de manifiesto que el 50% de los españoles opta por el emprendimiento, mientras que el 40% tiene miedo al fracaso. La cuestión principal es, ¿en qué porcentaje te incluyes tú como futuro empresario?