Los astros se cubren de gloria

Culminó la gala del Salón de la Fama del Fútbol Universal. Dejó grandes remembranzas de tiempos dorados, pero la que secuestró la noche fue el reencuentro entre el defensor mexicano Rafa Márquez y el brasileño de la magia y la alegría, Ronaldinho.

El "Káiser" trajo a su memoria el primer contacto en el verde césped, hace 23 años, en la Copa Federaciones de México donde tuvo que marcar a “Dinho” a sus 17 años de edad.

"La Copa Confederaciones del 99; se hablaba de un astro en el equipo de Brasil que se consagraba campeón de la Copa América del Paraguay", mencionó Rafa. Todavía no existían las apuestas deportivas Betway pero ya preveía que el genio del jogo bonito saldría campeón del mundo en la Copa Mundial de Corea-Japón 2002.

"Sinceramente, me asombró su despliegue en la cancha. El modo de gambetear, de saltar líneas constantemente. La magia para esos recortes en seco. Sus carreras. ¡Vaya tarea era marcarlo! Dejaba atrás a cualquiera con sus enganches". El cinco veces mundialista también evocó cuando fueron rivales en la liga francesa, él en el Mónaco y Dinho en el PSG, para después coincidir ambos en el Barcelona en 2003.

Dos grandes leyendas se visten de gala ante todas las cadenas de medios masivos deportivos del mundo y entre millones de fanáticos que siguen haciendo Betway apuestas deportivas esperando al Barça.

El Káiser recibió una ovación de pie ante el clamor de una audiencia exultante en el teatro Gota de Plata en la capital de Hidalgo.
El defensor central tuvo que esperar varios minutos para que reanude la ceremonia y luego de ello, impartió agradecimientos a varias figuras y seres apreciados.

Al borde del llanto

Dihno pasó por un momento de mucha conmoción y lágrimas ante la atenta presencia de su presentador de lujo y amigo Rafa, que lo hizo con muchas palabras de afecto y amistad donde destacó su rivalidad, pero, también, su fraternidad de tiempo y sencillez que transitaron en el equipo culé.

Balón de oro de las Confederaciones

Ronaldinho disputó ese trofeo con apenas 19 años y jugaba para el Gremio de Porto Alegre, al tiempo que Márquez era un novato con 20 años. 

En una ráfaga de preguntas rápidas Márquez elevó a su compañero por encima de la figura de Lionel Messi. En esa misma rueda de prensa, el mexicano colocó con muchos elogios la actualidad de Lewandowski para llevarse el Balón de Oro de este año.

Reveló que su sueño es dirigir alguna vez al Barcelona y conquistar las glorias y los trofeos que obtuvo cuando era jugador.

Rafa hizo mención a los momentos que pasaron afuera de la cancha. Sensaciones indescriptibles que forjaron una gran amistad.“Me quedo con los momentos vividos en los vestuarios, en los entrenamientos y fuera de la cancha, donde pudimos formar un mutuo cariño y sostener la amistad que tenemos hoy en día”.

Como blaugranas coaligaron una dupla sensacionalmente explosiva, indescifrable y veloz para en los contraataques; proezas que les adjudicaron un sinfín de estrellas para elevarse a la categoría de astros del fútbol.