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Panamá saca pecho ante Corea del Sur y se viene con un empate de Asia

El equipo panameño tuvo un gran reacción en la segunda parte.
El panameño Rolando Blackburn (i) en acción durante el partido amistoso internacional disputado contra Corea del Sur, en Cheonan (Corea del Sur), hoy, 16 de octubre de 2018. EFE/ Jeon Heon-kyun

El panameño Rolando Blackburn (i) en acción durante el partido amistoso internacional disputado contra Corea del Sur, en Cheonan (Corea del Sur), hoy, 16 de octubre de 2018. EFE/ Jeon Heon-kyun

Por: Redacción/Crítica -

Panamá aprovechó las pocas ocasiones claras de que dispuso y remontó dos goles en contra para empatar con Corea del Sur en un amistoso disputado hoy en Cheonan que rompe la racha negativa que arrastraban los de Gary Stempel.
Corea del Sur volvió a salir acelerada ante su público y Panamá apenas pudo aguantar la embestida cinco minutos, lo que tardó Hwang Hee-chang en penetrar por el costado derecho y cederle el gol a Park Joo-ho.
La jugada fue sintomática de lo que fue la primera mitad, con los centroamericanos laxos a la hora de presionar los espacios y permitiendo casi siempre salidas demasiado cómodas a los de Paulo Bento.
A poco que Corea del Sur apretó hizo daño a la escuadra panameña, incapaz a su vez de generar situaciones de superioridad numérica en campo contrario.
El segundo tanto fue casi un calco del primero, con Son Heung-min atacando la zona defendida con demasiada parsimonia por Ovalle y Machado antes de servirle el tanto a placer a Hwang In-beom.
Sin embargo, a un minuto del descanso Arroyo cazó de cabeza una falta lanzada desde la izquierda y devolvió a la escuadra de Stempel al partido, que viró por completo al poco de la reanudación, cuando Blackburn aprovechó una pésima entrega atrás de los surcoreanos para batir a un Jo Hyeon-woo que tampoco midió bien la salida.
Los panameños ganaron a partir de aquí en confianza e incluso pudieron volver a hacer daño a balón parado o con algún disparo lejano, mientras que los surcoreanos siguieron llevando sensación de peligro, pero ya presos del ansia tras haber regalado tan súbitamente una ventaja clara.
Panamá incluso pudo llevarse el partido en el último suspiro, pero Fidel Escobar no logró empujar en boca de gol un servicio de Bárcenas tras una de las mejores jugadas que trenzaron los canaleros en toda la noche.
Al final, el partido quedó para que los de Stempel recuperen algo de moral y miren con mejores ojos al futuro y como toque de atención a una escuadra surcoreana que salió al campo sabiéndose superior y que pagó con creces su exceso de confianza.



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