Golazo - 27/9/13 - 10:42 AM
Madrid se viste de gala
Real Madrid y Atlético de Madrid protagonizan mañana en el Santiago Bernabéu, donde hace cuatro meses se coronó el proyecto de Diego Simeone conquistando la Copa del Rey, un derbi madrileño marcado por la igualdad, el estreno de Gareth Bale ante su afición, las dudas madridistas y el mejor inicio rojiblanco.
Madrid / EFE.
Real Madrid y Atlético de Madrid protagonizan mañana en el Santiago Bernabéu, donde hace cuatro meses se coronó el proyecto de Diego Simeone conquistando la Copa del Rey, un derbi madrileño marcado por la igualdad, el estreno de Gareth Bale ante su afición, las dudas madridistas y el mejor inicio rojiblanco.
Después de 23 derbis ligueros sin ganar, el Atlético de Madrid afronta el reto de conquistar el Bernabéu con una referencia en su cabeza, la final de Copa del Rey. Un día olvidado por el madridismo, con una plantilla que ya no creía en su técnico, el portugués José Mourinho, lo que se acabó plasmando sobre el terreno de juego.
Los tiempos cambian y el nuevo Real Madrid llega al derbi con la necesidad de dar un salto de calidad en su juego. Es el día perfecto para conseguirlo. La motivación ayuda a mejorar los defectos de un inicio que deja dudas en el estilo pero, de momento, se salva en cuanto a resultados.
Salvo el pinchazo de El Madrigal, el resto han sido triunfos. Algunos tan sufridos como el firmado el pasado miércoles ante el Elche con polémica arbitral incluida. Carlo Ancelotti debe definir de una vez a lo que va a jugar su equipo. Y para ello recupera a un jugador que va a ser referente, el galés Gareth Bale.
Se ha hecho esperar pero el fichaje estrella vivirá su primer gran día en el Bernabéu, tras el intento fallido ante el Getafe cuando tuvo una molestia muscular en el calentamiento. Y lo hará en uno de esos partidos que todos los futbolistas sueñan con jugar.
El coliseo madridista se llenará por primera vez esta temporada y el Real Madrid saldrá a modificar sus malos inicios de partidos. Buscará intimidar desde el inicio con un ataque temible formado por Cristiano Ronaldo, autor de seis tantos en Liga al Atlético, y Bale como extremos, Isco de mediapunta y Karim Benzema como nueve. Tendrá el francés pocos momentos mejores para reconciliarse con su afición y fulminar su sequía goleadora.
Real Madrid y Atlético de Madrid protagonizan mañana en el Santiago Bernabéu, donde hace cuatro meses se coronó el proyecto de Diego Simeone conquistando la Copa del Rey, un derbi madrileño marcado por la igualdad, el estreno de Gareth Bale ante su afición, las dudas madridistas y el mejor inicio rojiblanco.
Después de 23 derbis ligueros sin ganar, el Atlético de Madrid afronta el reto de conquistar el Bernabéu con una referencia en su cabeza, la final de Copa del Rey. Un día olvidado por el madridismo, con una plantilla que ya no creía en su técnico, el portugués José Mourinho, lo que se acabó plasmando sobre el terreno de juego.
Los tiempos cambian y el nuevo Real Madrid llega al derbi con la necesidad de dar un salto de calidad en su juego. Es el día perfecto para conseguirlo. La motivación ayuda a mejorar los defectos de un inicio que deja dudas en el estilo pero, de momento, se salva en cuanto a resultados.
Salvo el pinchazo de El Madrigal, el resto han sido triunfos. Algunos tan sufridos como el firmado el pasado miércoles ante el Elche con polémica arbitral incluida. Carlo Ancelotti debe definir de una vez a lo que va a jugar su equipo. Y para ello recupera a un jugador que va a ser referente, el galés Gareth Bale.
Se ha hecho esperar pero el fichaje estrella vivirá su primer gran día en el Bernabéu, tras el intento fallido ante el Getafe cuando tuvo una molestia muscular en el calentamiento. Y lo hará en uno de esos partidos que todos los futbolistas sueñan con jugar.
El coliseo madridista se llenará por primera vez esta temporada y el Real Madrid saldrá a modificar sus malos inicios de partidos. Buscará intimidar desde el inicio con un ataque temible formado por Cristiano Ronaldo, autor de seis tantos en Liga al Atlético, y Bale como extremos, Isco de mediapunta y Karim Benzema como nueve. Tendrá el francés pocos momentos mejores para reconciliarse con su afición y fulminar su sequía goleadora.