La Voz Del Interior - 26/4/15 - 12:00 AM

Aventura en la cima

Por: José Vásquez / La Voz del Interior -

Subir a la cima del Volcán Barú, en la provincia de Chiriquí, es uno de los retos más osados que realizan los turistas nacionales y extranjeros, quienes llegan hasta esta región del país para disfrutar de las montañas, diversidad de climas y animales que viven es este hábitat donde las temperaturas en algunas ocasiones están por debajo de cero.

Visitar el volcán Barú le puede tomar a las personas hasta seis horas, por caminos escabrosos debido a su formación volcánica, lo que requiere que los turistas estén en buenas condiciones físicas y de salud.

Sin embargo, el biólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) Demetrio Miranda asegura que este punto del país posee una serie de aspectos naturales únicos y que los turistas pueden percibir al momento que van escalando el Volcán Barú, ya sea desde el distrito de Boquete o por el área de Volcán en el corregimiento de Bugaba.

Miranda señala que a medida que los turistas suben, sienten el cambio de temperatura debido a que el Volcán posee nueve de las 12 zonas de vida que hay en el país. Pero señala que uno de los puntos que más llama la atención de quienes visitan el lugar es el paisaje, en especial cuando no hay nubosidad, ya que quien llega a recorrer los 3,475 metros de altura pueda divisar los océanos Atlántico y Pacífico.

Para Melquiades Olmos, visitar la cima del Volcán Barú es una aventura, ya que se puede realizar en motor Four Well o a pie y en ambos casos se disfruta el paseo, porque se eleva la adrenalina a medida que se va escalando y se logra una satisfacción personal al llegar.

“Toda el área de ascenso es interesante porque se observa cómo va cambiando la vegetación y también puedes observar la diversidad de la fauna”, indicó Olmos.

Narra que durante el recorrido es natural encontrarse a muchos extranjeros en especial europeos, que son los que más suben hasta este punto más alto de la geografía nacional.

No obstante, Ezequiel Miranda, de la Asociación para la Conservación de la Biosfera, manifestó que esta zona es la más atractiva de Tierras Altas para el turismo, ya que es la oportunidad que se brinda para que los que toman la decisión de visitar el lugar tengan la oportunidad de sacar fotos y puedan lograr imágenes únicas por los cambios que hay a nivel de la nubosidad característica del área.

Otro elemento que puede hacer más interesante la visita es el de los constantes bajareques, que ocasionan que las personas se mojen y las condiciones del camino cambien.


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