Lo que se llevó la tecnología
Los avances tecnológicos son aplaudidos por la población universal, y no es para menos, porque en ellos está fundamentado el desarrollo de
Los avances tecnológicos son aplaudidos por la población universal, y no es para menos, porque en ellos está fundamentado el desarrollo de los pueblos, especialmente en el campo educativo.
Es plausible lograr en un segundo frente a una computadora, lo que otrora hacían varios técnicos y profesionales calificados en materia de diagramación, diseño, planos etc., en extensos periodos.
No obstante, como lo señala la Prof. Elvira Tuñón, exdirectora del colegio Cristóbal Adán de Urriola, de Arraiján, se está fomentando una sociedad que no es pensante, y muy dependiente. Los estudiantes, tras el uso excesivo de las computadoras, no ahondan en los temas y se pierden experiencias que contribuirían a una formación intelectual más sólida.
Por su parte, el ingeniero en Sistema, Alberto Martez, manifiesta que la computadora es una herramienta que bien utilizada ayuda sobremanera en muchos aspectos profesionales. Todo depende tanto del profesor como del estudiante, porque ningún alumno debe conformarse con las respuestas que puede extraer de una PC. Debe, por lo tanto, profundizar en los mismos aparatos, para obtener una respuesta más completa y conocimientos más amplios sobre un mismo tema. No como ahora, que todos los estudiantes de un salón presentan respuestas idénticas.
En otrora, el estudiante era calificado por sus conocimientos individuales y aplicación. Hoy son frecuentes los trabajos en grupo, en donde unos trabajan y otros pelechan el desvelo ajeno, mostrando una irresponsabilidad que generalmente perdura.
Los padres lamentan que atrás quedaron el pizarrón y la tiza, que fueron reemplazados por el tablero magnético, y donde el estudiante demostraba que en realidad había estudiado; la pluma de fuente y el tintero, que contribuyeron a que la letra de muchas generaciones fuera admirada y legible; las entregas a la lectura, porque es más fácil hurgar en el celular; la máquina de escribir manual que fue sustituida por la computadora, y los dibujos a pulso, los que venden las librerías.
