Mundo - 19/11/13 - 10:23 AM
Marchan en Filipinas para levantar los ánimos
El padre Robert Reyes, conocido por sus carreras a campo traviesa para llamar la atención sobre problemas sociales, dijo que los caminantes estaban alojados en una iglesia y un estadio deportivo.
Filipinas
AP
Decenas de sobrevivientes del tifón encabezados por un sacerdote católico marcharon el martes por esta ciudad devastada en un intento por levantar los ánimos.
Los caminantes coreaban la canción ``Venceremos'' al recorrer distintos sectores en Tacloban. En determinado momento debieron desviarse para esquivar una pila de cadáveres metidos en bolsas en la calle.
El padre Robert Reyes, conocido por sus carreras a campo traviesa para llamar la atención sobre problemas sociales, dijo que los caminantes estaban alojados en una iglesia y un estadio deportivo.
``Esta no es una marcha cualquiera. La llamamos la caminata para vencer'', dijo Reyes. ``Es una parte de lo que llamamos terapia psicosocial, en la cual uno escucha a las víctimas de un desastre y trata de convencerlas de que son capaces de curarse a sí mismas''.
El tifón Haiyan siguió un camino devastador a través del este y el centro de Filipinas, y en ocasiones sus vientos alcanzaron algunas de las velocidades más rápidas jamás registradas. Dejó una estela de más de 5.000 muertos o desaparecidos y unos cuatro millones de desplazados. Una misión internacional de socorro asiste a los sobrevivientes, muchos de los cuales requerirán ayuda durante meses.
El aeropuerto de Tacloban, destruido casi totalmente por la tormenta, se ha convertido en un centro de socorros al que arriban diariamente decenas de aviones con alimentos, agua, medicina, generadores y grúas pesadas. Luego del caos inicial que sobrevino tras el tifón, la ayuda empieza a llegar de manera sistemática.
``Se ve totalmente diferente a cuando llegué la semana pasada'', dijo Valerie Amos, secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas. ``Estoy muy complacida de ver tanto progreso, tanta ayuda que llega y que la gente reciba las provisiones vitales que necesita''.
AP
Decenas de sobrevivientes del tifón encabezados por un sacerdote católico marcharon el martes por esta ciudad devastada en un intento por levantar los ánimos.
Los caminantes coreaban la canción ``Venceremos'' al recorrer distintos sectores en Tacloban. En determinado momento debieron desviarse para esquivar una pila de cadáveres metidos en bolsas en la calle.
El padre Robert Reyes, conocido por sus carreras a campo traviesa para llamar la atención sobre problemas sociales, dijo que los caminantes estaban alojados en una iglesia y un estadio deportivo.
``Esta no es una marcha cualquiera. La llamamos la caminata para vencer'', dijo Reyes. ``Es una parte de lo que llamamos terapia psicosocial, en la cual uno escucha a las víctimas de un desastre y trata de convencerlas de que son capaces de curarse a sí mismas''.
El tifón Haiyan siguió un camino devastador a través del este y el centro de Filipinas, y en ocasiones sus vientos alcanzaron algunas de las velocidades más rápidas jamás registradas. Dejó una estela de más de 5.000 muertos o desaparecidos y unos cuatro millones de desplazados. Una misión internacional de socorro asiste a los sobrevivientes, muchos de los cuales requerirán ayuda durante meses.
El aeropuerto de Tacloban, destruido casi totalmente por la tormenta, se ha convertido en un centro de socorros al que arriban diariamente decenas de aviones con alimentos, agua, medicina, generadores y grúas pesadas. Luego del caos inicial que sobrevino tras el tifón, la ayuda empieza a llegar de manera sistemática.
``Se ve totalmente diferente a cuando llegué la semana pasada'', dijo Valerie Amos, secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas. ``Estoy muy complacida de ver tanto progreso, tanta ayuda que llega y que la gente reciba las provisiones vitales que necesita''.