Protestas en Zimbabue por supuesto fraude electoral cobra varias vidas (Video)
Cientos de seguidores del opositor MDC tomaron las calles del centro de la capital, Harare, su mayor bastión, para protestar por el retraso en el anuncio de resultados de los comicios presidenciales.
Al menos tres personas murieron hoy en Zimbabue en protestas violentas, reprimidas por el Ejército y la Policía, de los seguidores de la oposición que protestaban por un supuesto fraude en las elecciones del lunes, de las que el principal candidato opositor, Nelson Chamisa, se proclamó vencedor.
Cientos de seguidores del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) tomaron las calles del centro de la capital, Harare, su mayor bastión, para protestar por el retraso en el anuncio de resultados de los comicios presidenciales, en los que denuncian fraude contra el que consideran el auténtico ganador, Chamisa.
La cadena de televisión estatal ZBC confirmó la muerte de al menos tres personas en unas protestas en las que, según medios locales, los militares usaron munición real para dispersar a los manifestantes.
Medios zimbabuenses publicaron fotos y vídeos de personas que habían recibido disparos por parte de soldados, así como imágenes del despliegue militar, que incluyó helicópteros, tanquetas y camiones.
Los manifestantes levantaron barricadas con neumáticos quemados y lanzaron piedras al centro que la Comisión Electoral (ZEC) utiliza para anunciar los resultados y a la sede de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
La Policía usó en principio cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los asistentes antes de cerrar el recinto para evitar que los manifestantes entrasen, pero, de acuerdo con el diario estatal "Herald", tuvo que pedir refuerzos a las Fuerzas Armadas.
El presidente del país y candidato de la ZANU-PF, Emmerson Mnangagwa, pidió en su cuenta de la red social Twitter que "todos desistan de hacer declaraciones provocadoras" y solicitó "demostrar paciencia y madurez y actuar de forma que se priorice a la gente y su seguridad".
At this crucial time, I call on everyone to desist from provocative declarations and statements. We must all demonstrate patience and maturity, and act in a way that puts our people and their safety first. Now is the time for responsibility and above all, peace
— President of Zimbabwe (@edmnangagwa) 1 de agosto de 2018
"Es la hora de la responsabilidad y, sobre todo, de la paz", destacó el jefe de Estado, que busca la legitimidad de las urnas tras acceder al poder después del derrocamiento de Robert Mugabe por un golpe militar en noviembre pasado.
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Esa reacción llegó después de que seguidores del MDC arrancaran carteles electorales con su cara, quemasen réplicas de las características bufandas con los colores de la bandera de Zimbabue que suele llevar y prendiesen fuego a un autobús de la ZANU-PF.
La portavoz de la Policía, Charity Charamba, amenazó con detener a todos los manifestantes que causaron daños y justificó haber recurrido al Ejército por unos "disturbios" que alcanzaron un punto al que "los agentes de la Policía no podían hacer frente".
Sin embargo, la represión militar no solo afectó a los manifestantes, sino también a periodistas que cubrían las protestas, a los que ordenaron apagar las cámaras para no grabar lo que sucedía, según el Instituto de Medios de África Meridional (MISA).
En un comunicado, la embajada de Estados Unidos se mostró "profundamente preocupada por los hechos ocurridos en Harare" y reclamó a los líderes políticos que "pidan calma" a sus seguidores, y al Ejército que "use la contención al dispersar a los manifestantes".
La tensión en Zimbabue, especialmente en la capital, ha ido en aumento desde el martes, día posterior a los comicios, después de que la ZEC se negase a anunciar resultados provisionales de las elecciones presidenciales y solo publicase los de las legislativas.
Esto, sumado al hecho de que Chamisa haya publicado mensajes en los que acusa a la ZEC de estar preparando "resultados falsos" y cite un recuento paralelo del MDC para adjudicarse la victoria, ha incendiado los ánimos de sus seguidores.
Durante los últimos días, la coalición opositora ha cuestionado la transparencia del proceso y ha acusado a la Comisión de parcialidad a favor de la ZANU-PF y de retrasar voluntariamente la presentación de resultados.
A pesar de que Mnangagwa prometió unas elecciones "libres, justas y creíbles", la ZEC cuenta con un dudoso historial por anteriores procesos y, aunque en esta ocasión la misión de observación de la Unión Europea (UE) vio "elementos positivos", mostró su preocupación por la falta de "igualdad de condiciones" para todos los partidos.
La ZEC todavía no ha publicado datos relativos a las presidenciales, alegando que los representantes de los veintitrés candidatos aún no han verificado todos los resultados, un requisito legal previo a su publicación.
Sí se conocen los resultados de las legislativas, que, a falta del recuento de tres de las 210 circunscripciones nacionales, dan 144 escaños en la Asamblea Nacional (cámara baja) a la ZANU-PF, 61 al MDC, uno al Frente Patriótico Nacional (NPF, creado recientemente por antiguos aliados de Mugabe) y otro a un candidato independiente.
Esos datos, a expensas de quién será finalmente el primer jefe de Estado elegido a través de las urnas tras la caída de Mugabe, suponen que la ZANU-PF retiene, aunque con menos escaños, la mayoría de dos tercios en la cámara de la pasada legislatura.
Estas elecciones son históricas en Zimbabue por ser las primeras desde la independencia (1980) a las que no concurre Mugabe, quien gobernó el país desde ese mismo año hasta su forzada dimisión.