Cámara de Comercio repudia protesta obrera con violencia
La Cámara de Comercio, de Panamá repudió los actos de violencia como mecanismo de presión para la resolución de conflictos, porque en un país democrático, el respeto a la ley y el diálogo son los únicos caminos legítimos para encontrar soluciones a los desafíos nacionales, incluyendo la crisis de la Caja de Seguro Social (CSS).
Para los comerciantes, acciones dirigidas a infundir el terror para obligar un objetivo no solo generan caos e incertidumbre, sino que también alejan a Panamá de la convivencia pacífica, el desarrollo y la inversión, afectando a todos los ciudadanos, en especial a los más vulnerables.
Según el gremio, una vez más, el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) ha demostrado su falta de compromiso con el diálogo para encontrar soluciones pacíficas consensuadas e históricamente ha optado por la imposición mediante la fuerza, el bloqueo de calles y la intimidación.
Los sindicatos, como los gremios empresariales y las asociaciones en general, son organismos reinvidicativos para procurar el mejoramiento y la defensa de los intereses de los asociados y no pueden ser, en un Estado de Derecho, tropas de choque para imponer caprichos, resalta la Cámara.
La patronal sostiene que los panameños hemos dejado alto y claro que queremos un Panamá en democracia y no respaldamos estrategias basadas en la intimidación, confrontación y el caos, sino aquellas que privilegian el respeto y la concertación.
Los cierres de vías, la destrucción intencional de la propiedad pública y privada, las amenazas y la violencia no son herramientas válidas para exigir cambios. Estas acciones no solo afectan la movilidad y la ya golpeada economía, sino que también perjudican a miles de panameños que diariamente trabajan para sacar adelante a sus familias, resaltan los empresarios.
De igual modo, alegan que ante la gravedad de los hechos ocurridos, resulta inminente que el Ministerio Público realice las investigaciones pertinentes y garantice que los responsables de estos actos sean llevados ante la justicia, las pruebas son evidentes, claras e irrefutables.