Nacional - 03/12/18 - 05:45 PM
China confirma a Panamá como aliado para expandirse por Latinoamérica
El presidente chino, Xi Jinping, confirmó a Panamá como un aliado fundamental en la estrategia de expansión del gigante asiático por Latinoamérica y reiteró su deseo de construir una economía mundial "abierta".
Xi, el primer mandatario chino que visita el país centroamericano, dijo este lunes que "en tan solo un año y medio" tras el establecimiento de los nexos diplomáticos (junio de 2017) "las relaciones bilaterales han tenido un despegue fuerte", y "han conducido a la construcción conjunta de La Franja y la Ruta".
El objetivo del plan estratégico chino, al que también se conoce como "La Nueva Ruta de la Seda" y que ya cuenta con decenas de países aliados, es crear una red de infraestructuras por los cinco continentes que permita a China distribuir sus productos y conseguir la materias primas que requiere su industria.
Por su posición estratégica y su conectividad, Panamá puede ser "el brazo comercial y puerta de entrada de China hacia América Latina", indicó por su parte el presidente panameño, Juan Carlos Varela.
China, con quien Panamá negocia un tratado de libre comercio (TLC), tiene ya una importante presencia en el país centroamericano: es el segundo usuario del canal interoceánico, detrás de Estados Unidos, y el primer proveedor de la Zona Libre de Colón, más grande del continente y ubicada en el Caribe panameño.
El presidente panameño aseguró además que el plan chino, cuyos críticos califican de imperialista, "promueve el desarrollo común de la humanidad" y en él "convergen los intereses y las necesidades de muchas naciones de la región y del mundo".
"Respaldamos esta iniciativa con la visión de reconocer la necesidad de un mundo más conectado, donde nuestro país, con su posición geográfica, su canal, su plataforma logística y financiera y la Zona Libre de Colón, jugará un papel de primera línea", añadió.
Los gobernantes suscribieron una veintena de acuerdos en materia de cooperación al desarrollo, economía, comercio, turismo, educación y diplomacia, que se sumarán a otra veintena de convenios rubricados en noviembre del año pasado, cuando Varela hizo un viaje de Estado a Pekín.
La visita del mandatario chino se produce en momentos en que el gigante asiático busca ampliar su influencia en América Latina, una región que históricamente ha estado bajo el paraguas de Washington.
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, China ha aumentado su presencia en Panamá y sus empresas se han adjudicado multimillonarios contratos, mientras que Estados Unidos lleva más de un año sin embajador.
El giro diplomático de Panamá, al que luego siguió República Dominicana y El Salvador, despertó recelo en Estados Unidos -que mantiene relaciones con China desde hace cuatro décadas- y la Casa Blanca llamó a consultas el pasado agosto a sus máximos representantes en esos países.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, durante una visita fugaz a Panamá el pasado octubre, llegó incluso a pedir a los países de la región tener los "ojos muy abiertos" ante el avance chino.
"Somos un país pequeño, pero digno y soberano y nuestras relaciones (las de Panamá y China) continuarán fortaleciéndose y serán manejadas entre ambos países con transparencia y sin ninguna interferencia", clamó Varela.
La visita de Xi, que incluye un encuentro con empresarios y un recorrido por el canal, tiene lugar después de que China y Estados Unidos acordaron el sábado en Buenos Aires una tregua en la guerra comercial que mantienen desde el pasado junio.
El gobernante chino manifestó en ese sentido su intención de combatir el proteccionismo e "impulsar la construcción de una economía mundial abierta".
Xi, el primer mandatario chino que visita el país centroamericano, dijo este lunes que "en tan solo un año y medio" tras el establecimiento de los nexos diplomáticos (junio de 2017) "las relaciones bilaterales han tenido un despegue fuerte", y "han conducido a la construcción conjunta de La Franja y la Ruta".
El objetivo del plan estratégico chino, al que también se conoce como "La Nueva Ruta de la Seda" y que ya cuenta con decenas de países aliados, es crear una red de infraestructuras por los cinco continentes que permita a China distribuir sus productos y conseguir la materias primas que requiere su industria.
Por su posición estratégica y su conectividad, Panamá puede ser "el brazo comercial y puerta de entrada de China hacia América Latina", indicó por su parte el presidente panameño, Juan Carlos Varela.
China, con quien Panamá negocia un tratado de libre comercio (TLC), tiene ya una importante presencia en el país centroamericano: es el segundo usuario del canal interoceánico, detrás de Estados Unidos, y el primer proveedor de la Zona Libre de Colón, más grande del continente y ubicada en el Caribe panameño.
El presidente panameño aseguró además que el plan chino, cuyos críticos califican de imperialista, "promueve el desarrollo común de la humanidad" y en él "convergen los intereses y las necesidades de muchas naciones de la región y del mundo".
"Respaldamos esta iniciativa con la visión de reconocer la necesidad de un mundo más conectado, donde nuestro país, con su posición geográfica, su canal, su plataforma logística y financiera y la Zona Libre de Colón, jugará un papel de primera línea", añadió.
Los gobernantes suscribieron una veintena de acuerdos en materia de cooperación al desarrollo, economía, comercio, turismo, educación y diplomacia, que se sumarán a otra veintena de convenios rubricados en noviembre del año pasado, cuando Varela hizo un viaje de Estado a Pekín.
La visita del mandatario chino se produce en momentos en que el gigante asiático busca ampliar su influencia en América Latina, una región que históricamente ha estado bajo el paraguas de Washington.
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, China ha aumentado su presencia en Panamá y sus empresas se han adjudicado multimillonarios contratos, mientras que Estados Unidos lleva más de un año sin embajador.
El giro diplomático de Panamá, al que luego siguió República Dominicana y El Salvador, despertó recelo en Estados Unidos -que mantiene relaciones con China desde hace cuatro décadas- y la Casa Blanca llamó a consultas el pasado agosto a sus máximos representantes en esos países.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, durante una visita fugaz a Panamá el pasado octubre, llegó incluso a pedir a los países de la región tener los "ojos muy abiertos" ante el avance chino.
"Somos un país pequeño, pero digno y soberano y nuestras relaciones (las de Panamá y China) continuarán fortaleciéndose y serán manejadas entre ambos países con transparencia y sin ninguna interferencia", clamó Varela.
La visita de Xi, que incluye un encuentro con empresarios y un recorrido por el canal, tiene lugar después de que China y Estados Unidos acordaron el sábado en Buenos Aires una tregua en la guerra comercial que mantienen desde el pasado junio.
El gobernante chino manifestó en ese sentido su intención de combatir el proteccionismo e "impulsar la construcción de una economía mundial abierta".