EEUU sigue preocupado por bomba migratoria vía Panamá

Una delegación de alto nivel de Estados Unidos encabezada por la jefa del Comando Sur, Laura Richardson y el subsecretario adjunto para el hemisferio occidental del Departamento de Defensa, Daniel Erikson, llegó ayer a Panamá para una reunión bilateral sobre seguridad, que incluye visitas al Darién y la revisión de la cooperación de migración irregular y la lucha contra el crimen organizado.

En la reunión también participan el subsecretario adjunto para Centroamérica, Eric Jacobstein, el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, Christopher A. A. Landberg; y la embajadora Mari Carmen Aponte.

Los funcionarios estadounidenses alegan que buscan fortalecer la cooperación bilateral en materia fronteriza, seguridad ciudadana, ciberseguridad y seguridad marítima.

La bomba migratoria a través del Darién y que luego se traslada a la frontera entre México y EEUU será un tema de campaña en las elecciones norteamericanas y amenazan con procesos de destitución del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ya que los congresistas Republicanos consideran que hay un manejo desastroso.

El ministro panameño de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, dijo a los periodistas que serán dos días de trabajo "muy importantes".

"Vamos a ir a los puestos binacionales que tenemos con Colombia, que son un ejemplo para el control territorial para otros países, y el día viernes vamos a dar una revisión en Cancillería de los temas de alto nivel que llevamos con Estados Unidos", dijo el ministro panameño.

El año pasado ingresaron por Darién 520,085 migrantes irregulares y este mes ya van más de 20 mil.

A lo largo del 2023, de Venezuela llegaron (328,650), Ecuador (57,250), Haití (46,422), Colombia (18,841), China (25,565), Chile (5,877), Afganistán (4,267), Perú (4,093), Brasil (3,838), India (3,736), Cuba (1,124), Irán (314) e Irak (92).