Fiesta de paraguas, filas, calor y poca seguridad

El primer grupo de periodistas que llegó a Cocolí en el puesto de control un miembro del SPI gritó: ¡todos tienen carnet! El grupo gritó: ¡Sí!. Pasen, dijo el uniformado.

Por: Juan Pritsiolas -

Una fiesta de paraguas hay ahorita en la esclusa de Cocolí. Una multitud se protege del inclemente sol con sombrillas con combinan el rojo, azul y el blanco. 

 Sobre el cielo azul ya aparecen las primeras sombras que pronostican un fuerte aguacero. 

La gente hace filas para todos: para comer, para refrescarse con un raspao y hasta para hacer la mayor. 

Y hablando de la mayor, hay una calle especial donde se ubican los sanitarios portàtiles: huele a m.....

A lo largo de la vía hay bocinas con mùsica alegrando el ambiente con ritmos como "Uptown Funk". La gente baila en el ladrillo o mueve la nalga en la acera caliente que les sirve de asiento. 

Todos esperan al Cosco Shipping Panama. Mientras que los periodistas unos se asolean, otros prefiern una tolda con aire acondicionado. Los dos extremos, algo así como el silver roll y el gold roll. Viejas prácticas de la antigua Zona del Canal.

Seguridad

A lo largo de la esclusa Cocolí hay seguridad de todo tipo, pero nadie revisa nada.  Hay SPI, efectivos de Senafront, policías, personal del SENAN, fuerzas especiales, vigilantes privados y de la ACP, pero estan atentos a otras cosas.

Periodistas ingresan con mochilas, maletas de càmaras, cartuchos, cangureras y hasta bolsas plàsticas, pero no hay revisión.

El primer grupo de periodistas que llegó a Cocolí en el puesto de control un miembro del SPI gritó: ¡todos tienen carnet! El grupo gritó: ¡Sí!.  Pasen, dijo el uniformado.   

Yo entré con un maletìn que era como la de "El Buhonero". Llevaba de todo. Nadie requisó. Solo veìan la tarjeta de identificación colgada en el pecho para darte paso libre. Eso si: nadie se me cuadró.

El cielo llora de alegría

Flor de Barrio, hermanito...Patria son tantas bellas, suena en los parlantes de Cocolí. Pero por allì mismo hay llanto, el cielo deja caer sus primeras gotas de lo que se vislumbra será un fuerte aguacero. 

La gente ahora usa los paraguas de la ACP para un nuevo propósito, o mejor dicho su adecuado propósito: protegerse de la lluvia. 

El que avanza tiene que andarse con cuidado o se queda sin ojos; debe caminar como un estilista chifeando las puntas del paraguas. 

Los periodistas dejaron de asolearse casi todos buscaron la frÍa carpa que además de fresca evita que se le corra el maquillaje o le echa a perder la plancha del cabello. ¡No hay estilistas para reparar esos detalles de ùltima hora!



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