¡Hacia la inmortalidad!
Cuando el escritor Jerome Holztman acariciaba la idea de inventar la regla de juegos salvados, el lanzador panameño Mariano Rivera Jirón no aparecía en escena
Cuando el escritor Jerome Holztman acariciaba la idea de inventar la regla de juegos salvados, el lanzador panameño Mariano Rivera Jirón no aparecía en escena todavía.
La regla se adoptó en 1969 gracias a la genialidad de Holztman, lo cual permitió que muchos lanzadores como Trevor Hoffman y el propio Mariano pasaran a la historia y se convirtieran en mitos.
El 29 de noviembre de 1969, Mariano venía al mundo sin pensar lo que el destino le tenía preparado: una fama increíble adornada de grandes récords, satisfacciones para él, su equipo, el béisbol y para Panamá. Es el mejor exponente de una regla que le dio vida al final de los partidos.
Un dato histórico del periodista Mike Di Giovanna, de , da cuenta de que Mariano, para fortalecer los brazos, tiraba piedras a las pipas de las palmeras cercanas a su casa en Puerto Caimito.
Los Ángeles TimeUna vez Holztman en son de broma dijo que había hecho millonarios a muchos lanzadores. Ningún taponero o relevista hubiera llegado al Hall of Fame, un sitio destinado para el “pitcher” panameño en unos cinco años.
Lanzadores como Rich Gossage, Rollie Fingers, Dennis Eckersley, Bruce Sutter y otros lograron fama y espectacularidad en sus actuaciones. Ellos están en el Salón de la Fama.
Rivera nació en Puerto Caimito, un puerto pesquero con más de 100 años de existencia, de unos 16,900 habitantes y ubicado a orillas del Pacífico. Allí creció, conoció el arte de la pesca con sus padres y familiares, lanzó varios partidos para Panamá Oeste, sin nada espectacular.
Tuvo foja de 2-1 entre 1987 y 1990, cuando fue fichado. En el campeonato juvenil venció a Panamá Metro por 5-3 y a Bocas del Toro por 6-1. En este partido, Sherman Obando le conectó de 4-4 y Orlando Miller se fue de 4-0. Los dos llegaron luego a las Grandes Ligas, donde Orlando Miller se enfrentó de nuevo a Mariano, pero sin suerte.
La historia de Rivera es muy diferente a la heroica de Rodney Carew, el siete veces campeón bate de la Liga Americana y hoy un ilustre miembro del Salón de la Fama.
Lo cierto es que ambos provienen de familias humildes. Carew creció en las riberas del Canal de Panamá y sobrevivió en las calles del Bronx; Mariano pasó su infancia en Puerto Caimito y soñó con jugar béisbol hasta ser descubierto por cazadores de talento.
El apodo de “Terminator” a Mariano fue original de Bob Kuenster, de , quien dijo en uno de sus famosos escritos que Mariano debería ser descrito como “Terminator” por su talento y determinación cuando se para en la lomita.
Baseball DigestRivera tiene cantidad de marcas para los Yanquis, para los cerradores de las dos ligas en la Serie Mundial, en los “playoffs” y otras que los dedicados a escarbar récords las encontrarán en su momento.
Un retiro a la hora buena como lo hacen los grandes. Aclamado con su N.°42, por octava vez en su historia, este año superará los 40 juegos.
A Mariano lo conocí cuando era un novato de ligas menores. Siempre a través de su madre Delia me enviaba recortes de sus actuaciones, como cuando estaba con Greensboro, Tampa y Columbus. Luego escaló a los Yanquis en 1995 como abridor, después como relevista del medio y finalmente como cerrador.
Su primer juego salvado fue el 17 de mayo de 1996 contra California. Años después lo vimos en una serie con los Rancheros, donde jugaba Roberto Kelly.
Hoy con sus 652 juegos es el mayor salvador en la historia de las Grandes Ligas, también tiene récords en series de postemporada con 42 juegos salvados y marca de 8-1.
Posee colección de cinco anillos y un registro de haber jugado siempre para los Yanquis de Nueva York, el equipo más tradicional y pintoresco de las Ligas Mayores.
Su recta de más de 90 mph y una curva cortante han sido sus armas en el juego. Muchos bateadores no se miden con frecuencia contra él porque no es abridor y cuando lo hacen, no reciben buenos consejos.
Roberto Kelly, quien tuvo la oportunidad de batearle un jonrón, pero al mismo tiempo poncharse en tres ocasiones, señala que Rivera es difícil y siempre lo ha sido en las últimas entradas.
Rod Carew reconoce las virtudes de Mariano y hace poco dijo que espera verlo en Cooperstown muy pronto. Todos esperamos que en cinco años Mariano esté al lado de Carew en el Salón de los Inmortales del gran juego.
Varios récords
Los récords del panameño saltan a la vista en las estadísticas. Ha ganado tres veces el título de máximo cerrador, cinco premios “Rolaids Relief”, ha estado en 13 Juegos de Estrellas, seleccionado por en cinco veces como el mejor relevista, fue el jugador “Más Valioso de la Serie Mundial” de 1999 y de la serie postemporada en 2003.
The Sporting NewsCon los Yanquis ganó 5 de 6 series mundiales y una marca de 42 juegos salvados y 8-1 en partidos ganados y perdidos en total de series postemporada, más una seguidilla de 23 salvados.
En su brillante carrera con los Yanquis batió las marcas de ceros seguidos de Whitey Ford en Serie Mundial y la de más juegos salvados de Dave Righetti. Era el nuevo héroe en Nueva York, comparadocon Joe Dimaggio, Babe Ruth y Mickey Mantle.
Cuando Mariano logró su salvamento 602 frente a los Mellizos, para dejar atrás la marca de Trevor Hoffman, fue un día muy especial para el cerrador panameño. Lo que ha seguido es historia conocida.
Curiosidades
Los números del cerrador panameño reflejan que ha sido el mejor en su profesión, pero también se cuenta de algunas curiosidades de él frente a los peloteros panameños.
Por ejemplo, se ha medido a nueve de ellos en 16 años y ha recibido tres jonrones en el noveno episodio (Kelly, Carlos Lee y Olmedo Sáenz) y ponchó a seis.
Durante su carrera se enfrentó a los siguientes peloteros panameños: Roberto Kelly, José Macías, Olmedo Sáenz, Rubén Tejada, Orlando Miller, Julio Mosquera, Carlos Lee, Rubén Rivera y Carlos Ruiz. Lee le bateó 3 “hits” en once turnos e incluso un cuadrangular.
En tres ocasiones cuando Ramiro Mendoza estaba en los Yanquis. El santeño ganó, y Mariano salvó. Fue una hazaña para panameños en las Grandes Ligas.
También hicieron el uno-dos en el “playoff” de 1997 frente a Los Indios. Un santeño y uno de Puerto Caimito hicieron historia en el mejor equipo del mundo.
Recordamos, además, que en 1997, Orlando Miller se convirtió en el primer pelotero panameño en medirse a dos lanzadores panameños en un mismo juego. Se fue de 5-0 ante Ramiro y de 1-0 frente a Rivera, quien se apuntó juego salvado.
El mismo año, el 23 de agosto, Roberto Kelly tuvo de 3-0 frente a Ramiro y le dio cuadrangular a Rivera en el noveno. En 1997, los Yanquis jugaron un doble juego frente a Anaheim, ganando ambos con Ramiro y Mariano los salvó. Otra curiosidad en la carrera de Rivera.
En la Serie Mundial de 1998 entre Yanquis y San Diego se registró el hecho de que en un mismo episodio jugaron tres panameños. En el octavo episodio del tercer juego, Mariano relevó a Ramiro y en esa misma entrada, Rubén Rivera entra a correr por Tony Gwynn en la inicial.
En esa serie, Rubén tuvo de 2-1 frente a su primo Mariano, otra curiosidad notable, dos primos en un clásico de octubre.
En septiembre de 2004 se vio a dos lanzadores panameños de rivales, Bruce Chen lanzando para los Orioles y Mariano ganando el juego por 4-3. Chen no tuvo decisión.
En 2007, en un mismo día, Mariano y Miguel Corpas salvaron partidos. Otra hazaña para panameños.
Más récords
En su ilustre carrera, “El Expreso de Puerto Caimito”, como también se le conoce, ha logrado dos campañas de 50 o más juegos salvados, 13 de 30 o más y 8 de 40 sin llegar a 50. Toda una serie de récords.
Su mejor temporada en cuanto a juegos salvados fue la de 2004, cuando acumuló 53 partidos rescatados.
Su total de juegos lanzados lo colocan en el primer lugar entre los tiradores derechos con más partidos lanzados. Sus 949 juegos finalizados son otras de sus marcas que no se han divulgado mucho.
Sus 82 triunfos en series regulares lo colocan como el panameño con más victorias en Grandes Ligas, lo mismo que los ponches propinados.
En series mundiales, su promedio de efectividad es de 0.99. Es el quinto mejor en la historia.
El panameño Héctor López jugó en cinco clásicos con los Yanquis, siendo superado solamente por Mariano.
En partidos postemporada tuvo 2-0, 4-0 y 2-1 en las series mundiales, y 42 juegos salvados, de los cuales 11 fueron en las series.
Desde 1995 no abre un partido, pero ha tenido 1,094 juegos relevados hasta el 20 de septiembre.
En las Ligas Menores nunca salvó un partido. Ganó 27 juegos contra 18 derrotas, que sumadas a los 82 triunfos en Grandes Ligas le da un total de 109 victorias contra 78 reveses en el béisbol organizado, más los 8-1 en series postemporada.
Su única derrota en series postemporada ocurrió en 2001 frente a Arizona, en el partido que estos ganaron el título. Un juego para no recordar.
Su mejor marca en partidos ganados y perdidos fue en 1996 con 8-3.
En 2004 y 2005 logró 96 juegos salvados y finalizó con 136 partidos de 145 apariciones, toda una marca.