Impacto devastador de migración irregular en bosques del Darién

La crisis climática ha impactado severamente el sistema de humedales Matusagaratí, situado en las planicies de los ríos Tuira y Balsas, en la provincia de Darién, Panamá. El aumento de la migración irregular está dejando huellas devastadoras.

Actualmente, se encuentran amenazados los bosques inundables de diversas especies, los prados salpicados por majestuosos árboles dispersos, y las lagunas de distintos tamaños que sustentan plantas acuáticas.

La selva del Darién se sostiene gracias a la protección que le brindan sus habitantes, las etnias Emberá y Wounaan (Waunana), quienes viven en pequeñas comunidades con una población que oscila entre 1,200 y 25,000 habitantes.

Estos hombres y mujeres luchan por preservar su tierra utilizando los conocimientos ancestrales que han acumulado a lo largo de siglos.

Sin embargo, enfrentan una nueva amenaza inesperada: los migrantes irregulares. Estos migrantes dejan a su paso cadáveres, desechos plásticos, enfermedades y equipos que aligeran su carga. Han contaminado los ríos que alimentan el humedal Matusagaratí.
La trocha que siguen estos migrantes está provocando graves daños en la vida de las comunidades indígenas, tanto en Panamá como en Colombia. El precio de su búsqueda de libertad es alto.

Los chamanes y líderes espirituales, guardianes de la tierra, aún luchan por identificar las plantas medicinales adecuadas para preparar remedios que puedan salvar la vida de sus habitantes, quienes ahora enfrentan enfermedades con síntomas desconocidos.

Esta crisis representa no solo un desafío humanitario, sino también la posible desaparición de culturas indígenas ancestrales.

Las étnicas Emberá y los Wounaan o Waunana solo dicen "Buturu kidibai” - Gracias a la persona por ser ella, por el hecho de existir o seguir existiendo y por salvar junto a ellos su selva, El Tapón del Darién.

Tomado: La Vanguardia- Carmen Carrasco.