Mulino se las canta a todos en la ONU

José Raúl Mulino cuestionó ayer ante la asamblea general de las Naciones Unidas, la "inmensa diferencia" de analizar desde el pleno Manhattan o la comodidad de una oficina, la crisis de migrantes por Darién, a ser testigos presenciales de ese drama.

En su primer discurso ante la ONU, el presidente Mulino dijo que estamos orgullosos de ser un país de conexión al comercio mundial, pero no permitiremos ser utilizados para el tránsito de migrantes ilegales con los correspondientes costos sociales, humanos y ambientales que esto supone para nuestro territorio, exclamó el gobernante.

Panamá paga hoy un alto costo ambiental producto de este flujo ilegal de personas, ocasionando un daño severo a nuestra biodiversidad, añadió.

Nadie se imagina y menos aceptaría a 500 mil personas dejando basura sin ningún tipo de planificación ni tratamiento en el bosque de Bavaria, en Alemania, o en el Parque Nacional de Yellowstone, aquí en EEUU, pero tal vez la razón de la falta de indignación global por la devastación de Darién, el gran pulmón verde de la región, es porque está en un lugar inhóspito de la frontera entre Panamá y Colombia, dijo Mulino.

Ante el pleno de la ONU, Mulino resaltó que en Panamá hoy está la nueva frontera de EEUU, porque por el Darién pasan los que buscan, aquí en este país: una mejor vida.

Mulino aprovechó el foro para referirse a las injustas listas discriminatorias en las que ha sido incluido a Panamá y que colocan al país junto a tiranías que han cometido las peores atrocidades.

"Este Presidente ha tomado la firme decisión de no permitir que las empresas de los países que avalan y acompañan esas listas participen en licitaciones internacionales. Tampoco contarán con nuestro voto en los organismos internacionales. Quiero lo mejor para mi amada Panamá. No llegué a la Presidencia para congraciar a otros países, sino para atender las demandas de mi Patria", concluyó José Raúl Mulino.