Mulino y Comando Sur enfrentan crisis de Venezuela y migración

La democracia venezolana en ruinas, la avalancha de migrantes cruzando la temible selva del Darién, y la amenaza constante del narcotráfico y el crimen organizado, fueron los protagonistas en una reunión entre el presidente José Raúl Mulino, y la jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson.

Mulino no perdió tiempo y solicitó apoyo al gobierno norteamericano para una ambiciosa cumbre que planea reunir a 17 mandatarios del hemisferio en Panamá este mes. El objetivo: una declaración conjunta que busque una solución pacífica para la crisis en Venezuela. Esta movida fue anunciada por el mismo Mulino en su cuenta de X.

Con el 66% de los migrantes que atraviesan el Darién siendo venezolanos, Mulino dejó claro que la crisis en Venezuela solo empeora la situación migratoria en el hemisferio. Hombres, mujeres y niños, atravesando peligros incalculables, tienen a Estados Unidos como su destino soñado.

La general Richardson y la embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte manifestaron su preocupación por la inestabilidad en la región, destacando la posición estratégica de Panamá. Se comprometieron a realizar inversiones significativas para asegurar la sostenibilidad democrática del país.

Entre las promesas de cooperación, la delegación estadounidense ofreció ayuda en la repatriación de migrantes que llegan a Darién y asistencia para el mantenimiento de los helicópteros del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), que quedaron en abandono por el gobierno anterior.

“Estados Unidos no tiene mejor aliado que Panamá”, declaró Mulino, solicitando asistencia en seguridad, tecnología y cooperación.

Acompañando a Mulino estuvieron su canciller, Javier Martínez Acha; el Ministro de Seguridad, Frank Ábrego; y los jefes de los estamentos de seguridad: Jaime Fernández (Policía Nacional), comisionado Jorge Gobea (Senafront), comisionado Luis Antonio De Gracia (Senan) y el director del Servicio Nacional de Migración, Roger Mojica.

Por el lado estadounidense, junto a la general Richardson y la embajadora Aponte, asistieron Ann Lynch y Julian Cheater (asesores del Comando Sur), además del Oficial Principal de Defensa, Daniel Betancourt y Lance Awbrey, jefe de la Oficina de Cooperación de Defensa.