Pánico en el Oeste
Fotos Raimundo Rivera
Más de cinco mil personas residentes en las áreas inundables del oeste, especialmente de Arraiján, Chorrera y Capira fueron presas del pánico durante las tres horas en que las lluvias azotaron el área y propiciaron la crecida de los ríos Caimito y Aguacate que recorre los cinco distritos de la región, quienes temieron que se repitieran las inundaciones que causaron estragos en noviembre del año pasado cuando muchos de ellos perdieron todos sus enseres, situación de la que algunos todavía no se han recuperado.
Tanto residentes como personas que viajaban desde y hacia el interior, se percataron del desproporcionado volumen de las corrientes que amenazaban con salirse de su cauce, ante lo cual el director de SIPAPROC en el oeste, Heriberto Chávez, con un equipo de expertos en este tipo de contingencias, hizo un recorrido por las áreas más sensitivas y aunque “de momento no había peligro, deben tomarse todas las precauciones que el caso amerita”.
Chávez recomendó que trataran de mantener la tranquilidad, disponer de lo elemental para en caso de evacuación, aunque desde hace once meses, varios dueños de residencias optaron por la práctica de mantener en sitios altos a lo interior de sus casas, ropa, calzado, alimentos, y subido sobre parrillas de madera, electrodomésticos como estufas y refrigeradoras para evitar que las corrientes, si se presentan, las afecten.
Claudina González, Delia Pérez y Fernanda Osorio, todas residentes en Villa Diana y presas del nerviosismo ya que vivieron en carne propia los estragos de la inundación del año pasado, hicieron un llamado a las autoridades gubernamentales para que aceleren los trabajos de canalización que se realizan en los ríos, para que junto a sus hijos, puedan vivir tranquilos ya que desde aquella ocasión, ante la menor llovizna, los asalta el temor de ser arrastrados por las corrientes.
Aun cuando no se produjeron inundaciones, las lluvias con acompañadas de vientos dieron lugar a que varias casas y negocios aledaños a las riberas de los mencionados ríos penetraran en los inmuebles y causaran daños menores.
El paso vehicular por Hato Montaña, a la altura de la entrada de Parques del Oeste, que fue restaurado por las inundaciones de hace 11 meses, disminuyó debido a la poca visibilidad debido a las lluvias.
Hasta las últimas horas de la tarde de ayer, no había anuncios de casos lamentables ocasionados por la lluvia de ayer domingo en el oeste