Tratado de Neutralidad es la excusa gringa para retomar Canal de Panamá
Senadores Republicanos sugirieron ayer en una audiencia del Comité de Comercio y Transporte, una presunta violación del artículo V del Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá, lo que conllevaría anular unilateralmente los Tratados Torrijos-Carter, para dar paso a una renegociación respecto a la vía acuática.
El senador republicano Ted Cruz destacó que EEUU gastó casi $400 millones para construir el Canal, suma equivalente a más de $15 mil millones actuales).
“El presidente Trump está argumentando que ahora mismo el tratado (Torrijos-Carter) está siendo violentado”, indicó Cruz en la apertura de esta audiencia en la que intentó mostrar pruebas de este incumplimiento de los acuerdos de traspaso de la gestión del canal firmados en 1977.
Cruz alegó que “el control chino sobre infraestructuras del Canal y los exorbitantes peajes, son una violación de la neutralidad del tratado”.
“Las empresas chinas están construyendo un puente sobre el canal –a un ritmo lento que tardará casi una década– y controlan los puertos de contenedores en ambos extremos. El puente parcialmente terminado le da a China la capacidad de bloquear el canal sin previo aviso, y los puertos le brindan puestos de observación listos para cronometrar esa acción. Esta situación plantea graves riesgos para la seguridad nacional de Estados Unidos", sostuvo Cruz.
Las elevadas y abusivas tarifas para el tránsito por el canal afectan desproporcionadamente a los estadounidenses. Casi una décima parte del presupuesto de Panamá, se paga con las ganancias del canal, añadió el republicano.
“A pesar de que Panamá se aprovecha del sistema marítimo mundial, se ha convertido en un mal actor. Durante años, Panamá ha abanderado decenas de buques de la “flota fantasma” iraní, que le ha aportado a Irán decenas de miles de millones de dólares en ganancias petroleras para financiar el terrorismo en todo el mundo", añadió el senador.
No podemos hacer la vista gorda si Panamá explota un activo de vital importancia comercial y militar. Y no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras China avanza en nuestro hemisferio, destacó Ted Cruz.
Por su parte, Louis Sola, presidente de la Comisión Marítima Federal de Estados Unidos (FMC), consideró que si, por ejemplo, se demostrara que hay espías chinos en las empresas que gestionan los puertos panameños, eso sería una violación del artículo V del Tratado de Neutralidad, que establece que "solo Panamá manejara el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional.".
Los senadores se centraron en examinar si los puertos de Balboa y Cristóbal, operados desde 1997 por la empresa hongkonesa Hutchison Port Holdings, están bajo la influencia del Partido Comunista Chino.
Sola reconoció que “el canal ha sido administrado de manera muy competente por la Autoridad del Canal de Panamá, pero que la influencia china es preocupante”.
Por su parte. Daniel Maffei, comisionado del FMC, aseguró que las empresas estadounidenses no pueden competir en licitaciones de grandes infraestructuras con China, porque “están altamente subsidiadas por China”.
Para el profesor Eugene Kontorovich, de la facultad de Derecho en la Universidad George Mason en Virginia, e investigador del centro de análisis conservador Heritage Foundation de Washington, la cuestión china en el canal debe verse desde una relectura del “Tratado de Neutralidad”.
La presencia de empresas propiedad del gobierno chino o de entidades chinas controladas por el gobierno chino, que aplica la doctrina "Fusión militar-civil", eso violaría manifiestamente el Artículo V, según el testimonio de Kontorovich.
El senador Dan Sullivan, cuestionó la relación entre Hutchinson Ports y el gobierno chino y si el “[El gobierno chino] podría dirigirse a estas dos empresas y decirles: ‘Oigan, cierren el canal, háganlo más difícil, hundan un barco en él’”. “¿Y no estarían obligadas a hacerlo según la ley china si se lo ordenaran ?”.
Kontorovich respondió que no estaba seguro de si la empresa estaría obligada a seguir ese tipo de orden, pero que Pekín tiene “muchas herramientas de influencia y presión sobre estas empresas”.
La presencia de fuerzas de seguridad extranjeras podría violar el régimen de neutralidad, incluso si no están representadas por formaciones militares organizadas. La guerra moderna ha visto a potencias beligerantes buscar evadir las limitaciones legales internacionales disfrazando sus acciones con atuendos civiles, argumentó el profesor.
“No tenemos que esperar hasta que el canal se cierre por una acción militar hostil. Eso sería un pacto suicida que sería catastrófico para nosotros”, agregó.
Pero Kontorovich advierte que a diferencia de muchos otros tratados, el de Neutralidad, no prevé ninguna cláusula que remita las disputas a alguna forma de resolución por parte de terceros y en cambio, deja en claro que cada parte determina por sí misma la existencia de una violación.
El Tratado de Neutralidad deja explícito que Estados Unidos puede actuar cuando considere que la operación neutral del Canal está amenazada, es decir, cuando el peligro es todavía incipiente.
Las enmiendas de ratificación del Senado también indican que “cada uno de los dos países” tendrá por separado derecho a defender el régimen de neutralidad. De manera similar, los acuerdos del Senado que acompañan a la ratificación dejan en claro que el Artículo V permite a cada parte tomar “acciones unilaterales”.
El uso del canal permite que los barcos de carga lleguen a puertos a lo largo de la Costa Este y la Costa del Golfo de Estados Unidos en 30 días, frente a los 40 días que lleva utilizar rutas alternativas.
Los puertos de Houston, Nueva Orleans, Nueva York, Nueva Jersey y Savannah se encuentran entre los que más dependen del canal. Casi dos tercios de todo el comercio marítimo de EEUU pasa por el Canal de Panamá. El comercio que pasa por el canal también sustenta 6.4 millones de empleos en Estados Unidos y $442 mil millones en ingresos anuales.