Nacional - 30/12/24 - 12:00 AM

Trump recurre a la teoría del "loco"

Reed Galen, presidente de JoinTheUnion.us, una coalición prodemocracia, dijo: “este tipo ha sido un troll durante casi 80 años. El problema es que ahora resulta ser un troll que está a punto de gobernar, nuevamente, la nación más poderosa que la humanidad haya conocido.

 

Por: Redacción Impreso -

El diario británico "The Guardian" destacó que los mensajes navideños de Donald Trump sobre el Canal de Panamá, comprar Groenlandia y anexar a Canadá como el Estado 51, es el tipo de diatriba que, si la pronunciara un tío borracho en la mesa de la cena de Navidad, podría ser ridiculizada o socavada por un “¿Alguien quiere postre?”. Pero el hombre de 78 años, está a menos de un mes de acceder a los códigos nucleares y comandar el ejército más fuerte del mundo. Nadie está muy seguro de si tomarlo literalmente o en serio, o ambas cosas.

Notoriamente voluble y caprichoso, este es el hombre que, como se dijo una vez, no juega ajedrez tridimensional, sino que la mayoría de las veces se limita a comerse las piezas. También hay sospechas de que Trump está buscando influencia como parte del “arte de los acuerdos” y que la ex estrella de reality shows está acaparando titulares para parecer fuerte en su país y en el extranjero.

Reed Galen, presidente de JoinTheUnion.us, una coalición prodemocracia, dijo: “este tipo ha sido un troll durante casi 80 años. El problema es que ahora resulta ser un troll que está a punto de gobernar, nuevamente, la nación más poderosa que la humanidad haya conocido. Quiere hacer esto porque quiere indignación. Quiere, en la medida en que cree que puede inducir, miedo o pánico. El caos es la moneda de cambio en su reino y siempre lo será, porque las cosas que están fuera de control, son la única forma en que él tiene el control”.

Pocos expertos esperan que Trump declare la guerra a Canadá, Dinamarca o Panamá, pero sí perciben una combinación de fanfarronería y acoso diseñada para desequilibrar a los aliados y lograr victorias menores.

El repentino expansionismo de Trump es doblemente extraño, porque ha criticado duramente las pasadas desventuras de Estados Unidos en el extranjero. Despotricó contra la invasión de Irak por parte de George W. Bush y se jactó de no haber llevado a Estados Unidos a ninguna nueva guerra durante su presidencia. Su política de “Estados Unidos primero” predica el aislacionismo, no los enredos en el exterior.

Pero para Larry Jacobs, director del Centro de Estudios de Política y Gobernanza de la Universidad de Minnesota, hay ecos de la “teoría del loco” del presidente Richard Nixon: abrazar la irracionalidad para mantener a los adversarios adivinando y a la defensiva.

“Está haciendo una serie de amenazas escandalosas e imposibles”, dijo Jacobs. “¿Vamos a comprar Groenlandia? No está a la venta, es un país soberano, es simplemente ridículo. Lo que ha hecho con Canadá es algo similar a una fantasía. ¿Y el canal de Panamá? Eso ya está resuelto desde hace décadas. Pero todo es una táctica en su mente para alterar el status quo y mejorar la posición negociadora de su Casa Blanca”.


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