¡Cómo dejar de ser ahuevao!
Felizmente ya terminé el libro “Cómo dejar de ser ahuevao”, que presentaré en 2015. En 2013 le tocó a “Cómo cagar en el monte”,
Felizmente ya terminé el libro “Cómo dejar de ser ahuevao”, que presentaré en 2015. En 2013 le tocó a “Cómo cagar en el monte”, libro de 400 páginas que se vendió como pan caliente en los R. Smtih y en las farmacias Arrocha, empresas cultas que le dan oportunidad a uno y de quienes estoy supremamente agradecido por su tolerancia, luego de haber leído y esculcado minuciosamente página por página embarrándose de cultura y panameñía solamente. Ahora, en el 2014, con la platita que me gané, pude presentar a “Trovadores de mi tierra”, también de 400 páginas (Que debió titularse decimistas de mi tierra), pero los cholos somos así, en todas las tarimas se le dice trovadores a los decimistas que cantan en rima nuestros octosílabos, ya sea improvisados o aprendidos, y este servidor aprendió en el río Perequeté de Capira, que no se debe nadar contra la corriente.
A la creación “Como dejar de ser ahuevao”, le quité 300 cuartillas, para que quedara también en 400 pags. Esta vez le pagaré con una silla mecedora hecha por los artesanos de Toro Bravo (Coclé), más un sombrero tejido en Cerro Marta al posible premio nobel de literatura Alvaro Menéndez Franco, y eso porque nunca me ha aceptado dinero por sus prólogos tan verracos. De este libro no les voy a decir nada hasta que el poeta Álvaro lo revise. Pedro Caicedo ya hizo la portada y estoy solicitando de otros dibujantes algunas caricaturas referentes a los temas, pues no todos los “ahuevaos” son iguales. Mis amigos Aleco Tiniacos y el abogado Arboleda me confesaron que tienen como 100 amigos entre nacionales y extranjeros a quienes les otorgarán su librito dedicado por ellos mismos. Mi esposa que es una de mis seguidoras dice que lo mejor del libro está en la parte en donde se aclara que dejar de ser ahuevao es una de las cosas más difíciles en esta vida y creo que lo dice por mí, ya que yo sufro por el desconcertante salto atrás de los pueblos que significan la mitificación de personas, el dogmatismo, los narcogobiernos, la represión, la violencia y el empobrecimiento intelectual.