Opinión - 24/12/13 - 07:57 PM

El Niño Jesús

Por: -

Redacción

La Navidad es una fecha que para la mayoría trae alegría, pero a otros los llena de nostalgia. En el corazón de los hombres y mujeres salen a relucir esos sentimientos que se despiertan en estos tiempos donde salen a flote los recuerdos de algún familiar fallecido o el nacimiento de un hijo.

El pueblo cristiano conmemora esta fecha con gozo, pues esta nos recuerda que Dios se hizo hombre para habitar entre nosotros y servirnos, pero lo más importante fue que vino a salvarnos del pecado, ofreciendo su propia vida por la humanidad entera.

Este día no debe confundirse con una fiesta de exceso, porque siempre habrá un hogar en donde hará falta un plato de comida o un niño sin juguetes.

Los panameños debemos recibir la fiesta del nacimiento del hijo de Dios con una oración de arrepentimiento puro, que nos haga experimentar un cambio renovado de nuestra alma.

Hoy no debe haber lugar para amarguras, ni espacio para el odio, pues es un momento hermoso en el que debemos cumplir un mandamiento sagrado que Dios nos enseñó, que es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Este es el secreto del amor.

Que los que tienen mucho puedan desprenderse de algo y llevar alegría a los que nada tienen. Ese es otro de los propósitos que debe tener la Navidad.

Que la fecha que hoy celebramos sirva también para que los que habitamos esta tierra hermosa nos unamos en familia en busca de la verdad, esa verdad que nos

conduce a la fuente de la vida eterna, cuyo camino es Jesús.

A nuestros lectores que tengan una feliz Navidad, que sus metas se cumplan. A aquellos que están inmersos en la nostalgia, les recuerdo que siempre habrá un mejor mañana, porque después de cada tormenta siempre viene la calma.


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