‘Junkies’ del músculo
Existen diversas causas para la vigorexia, una adicción al “ejercicio por el ejercicio” que muchas personas confunden con “deporte”. Entre ellas están las humillaciones en la infancia
Existen diversas causas para la vigorexia, una adicción al “ejercicio por el ejercicio” que muchas personas confunden con “deporte”. Entre ellas están las humillaciones en la infancia y juventud, la falta de armonía de la familia, el perfeccionismo y la tensión. Como ocurre con la anorexia y la bulimia, la vigorexia se produce por una imagen distorsionada de uno mismo. La persona se ve pequeña y enclenque en el espejo.
También influye la imagen que publicitan los cuerpos de David Beckham, Rafa Nadal, Fernando Verdasco o Brad Pitt como si fueran el común denominador, cuando dedican gran parte de su vida a la imagen, además de contar con el favor de un buen Photoshop.
Ahora está de moda el crossfit, que desarrolló el estadounidense Greg Glassman para entrenar a policías y, más tarde, por sus resultados, a bomberos y militares norteamericanos. De ahí saltó a los gimnasios esta serie de ejercicios anaeróbicos de gran intensidad, con muchas repeticiones y poco tiempo de descanso. Este “deporte”, diseñado para personas con un alto nivel de forma física y con una musculatura determinada, puede suponer un riesgo para la salud de muchas personas que quieran “ponerse fuertes” de la noche a la mañana, sin haber tenido hábito de hacer deporte en su infancia y juventud.
No todas las personas tienen la carga genética para tener determinado tipo de cuerpo. Sin embargo, la mejora en los hábitos de comida y de actividad física puede contribuir a que cada persona, con sus particularidades, tenga un aspecto saludable y armónico. La salud entendida como un estado general de bienestar comienza por la aceptación de uno mismo y el cuidado de nuestro cuerpo.