Pequeños guerreros
La palabra cáncer parece exclusiva de los adultos. Sin embargo, alrededor de 160,000 niños en todo el mundo padecen algún tipo de enfermedad oncológica. Leucemias, tumores cerebrales
La palabra cáncer parece exclusiva de los adultos. Sin embargo, alrededor de 160,000 niños en todo el mundo padecen algún tipo de enfermedad oncológica. Leucemias, tumores cerebrales y linfomas son los casos más frecuentes en niños, frente al cáncer de mama, colon, pulmón y próstata que afectan de manera más habitual a los adultos.
El diagnóstico tardío es uno de los principales obstáculos contra el cáncer infantil. Dolores de cabeza, cansancio o falta de apetito, se atribuyen a catarros y enfermedades comunes.
La manera de afrontar la enfermedad es esencial a la hora de que los pequeños se recuperen. A diferencia de los adultos, los niños tienen la capacidad de olvidar e ignorar la gravedad de su situación.
Son muchas las batallas que los niños enfermos y sus familiares afrontan día a día. A los tratamientos, las consultas y las recaídas se suman otros problemas que afectan a todos los aspectos de la vida cotidiana. La afectación emocional en todos los miembros de la familia o la repercusión económica por los gastos adicionales que la enfermedad produce se convierten en verdaderos obstáculos.
Cientos de estos pequeños guerreros logran superar su enfermedad, sin embargo, muchos de ellos se quedan en el camino.
El mayor riesgo que planea sobre los niños es la falta de investigación. El cáncer infantil es considerado una enfermedad “rara”, por lo que las farmacéuticas apenas investigan en este campo. Un buen tratamiento requiere un estudio individualizado de cada caso, para ello es necesario una gran inversión económica que pocas empresas están dispuestas a realizar. Los beneficios e intereses económicos se anteponen a la salud y esperanza de miles de niños, que a pesar de todo continúan su lucha, sin perder la sonrisa ni la esperanza.