Rescate del olvido #362 Juan Bautista Jeanine

CIUDADANOS… SALVEMOS EL FAMOSO MURAL DEL IJA “EL PARAÍSO KUNA”. El jueves 11 de septiembre de 2014, “La Estrella de Panamá”

José Morales Vásquez | Investigador de arte

CIUDADANOS… SALVEMOS EL FAMOSO MURAL DEL IJA “EL PARAÍSO KUNA”.

El jueves 11 de septiembre de 2014, “La Estrella de Panamá” publicó el artículo: ADIÓS AL PARAÍSO... —¿DESTRUIRÁN EL MURAL DEL IJA?—, de Angélica M. Guadamuz, y que transcribimos en su totalidad, por considerarlo de urgente importancia.

El Instituto Justo Arosemena —IJA— cerrará sus puertas en el 2015 y ya tiene una nueva sede en Panamá. El antiguo colegio quedó obsoleto y pronto será derribado para dar paso a eso que llamamos progreso y seguir convirtiendo esta ciudad en una ciudad vertical.

El Instituto Justo Arosemena guarda celoso uno de los más emblemáticos murales de Panamá, que en su día fue el más grande de Centroamérica. El mural sigue esperando en silencio que alguien lo salve de la demolición.

Este mural fue diseñado por el matrimonio de los artistas Amalia Rossi de Jeanine, argentina, y Juan Bautista Jeanine, panameño, quien tuvo como maestro a Humberto Ivaldi y al desaparecido Alfredo Sinclair. Jeanine realizó estudios de mural en Buenos Aires.

En 1959 se inaugura el colegio Instituto Justo Arosemena, en Paitilla, y en 1968 el matrimonio Jeanine comenzó a diseñar el boceto y a proyectar un mural que reflejara la identidad de Panamá. Es así como surge este mural, que lleva por nombre “El paraíso kuna”.

El mural fue diseñado en la casa de los artistas en Veracruz, utilizando mosaiquillo veneciano.

Federico A. Velásquez (q. e. p. d.), primer director del Instituto Justo Arosemena, comenzó con entusiasmo el proyecto, pero no lo vio culminar. El director Vicente Bayard (q. e. p. d.) lo inauguró ese mismo año.

En “El paraíso kuna”, de 9 x 12 metros y estilo expresionista, se puede observar una pareja de indígenas gunas que lleva una lanza en su mano, con un fondo azul celeste que nos recuerda al cielo brillante de los veranos.

Los artistas se inspiraron en el nombre de Panamá —abundancia de peces y flores y un árbol llamado Panamá—, porque el mural congrega cada elemento y su interpretación personal. Árboles gigantes, hojas de plátano, naturaleza que surge de todas partes; en el mar peces que parecen saltar; por el aire guacamayas engalanan con sus colores el mural para fijar la mirada en la pareja de indígenas gunas, y en medio de tanto verdor, unas flores blancas que nos recuerdan a la flor nacional del Espíritu Santo.

Una obra de Jeanine ya fue destruida, la que estaba en la Casa del Periodista, y es preciso que se aúnen esfuerzos de parte de Patrimonio Histórico y las Facultades de Arquitectura, Historia y Bellas Artes para rescatar este emblemático mural.

La importancia del mural es tal que en su día figuraba en la guía turística de la antigua zona del Canal.

Lilibeth Bayard de Longoria, hija del desaparecido Vicente Bayard, pide a gritos que se rescate este mural.

En un singular homenaje al colegio, sus exalumnos se han reunido para repasar su pasado, han subido sus escaleras y se han tomado fotos en sus antiguos salones de clase.

Es un movimiento emotivo y sin precedentes en el que han participado los exalumnos de Ciencia, Letras y Comercio y Comercio Bilingüe; todos tienen muchas cosas que decir y contar. Los une la euforia del reencuentro, pero les queda claro que el Instituto Justo Arosemena será demolido.

Abrigamos la esperanza de que el mural sobreviva.

*CURADORA DE ARTE.

Continúa.



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