Violencia: Algunas causas y la ausencia del Poder del Estado

Es común escuchar y leer a diario, por diferentes medios, sobre la violencia que sacude la maravillosa provincia de Colón, y cómo algunos panelistas, autoridades y parte de su población les endilgan a los miembros de la Policía Nacional la responsabilidad de los crudos episodios a los que directa e indirectamente somete la delincuencia común y el crimen organizado a sus habitantes.

No buscamos con el presente artículo exonerar a la institución uniformada de su responsabilidad constitucional de brindar protección y seguridad, pero sí mencionar algunas de las "causas" que no son de su completa competencia, generadoras de "consecuencias" tales como la violencia y la delincuencia, a las que sus miembros han estado combatiendo permanentemente.

Para dar mayores luces al lector, mencionaremos algunas de las "causas" que gobierno tras gobierno han sido desatendidas, fortaleciendo la violencia como una de las "consecuencias" que afectan gravemente a la sociedad colonense, a saber:

Disfuncionalidad familiar: De acuerdo a una serie de estudios realizados por diversas organizaciones, entre ellas UNICEF, 7 de cada 10 hogares panameños son disfuncionales, es decir, un 70%, teniendo la provincia de Colón un índice mayor al nacional, al estar cerca del 80%, lo que afecta significativamente el desarrollo en valores y principios de niños, niñas y adolescentes. Recordemos que necesariamente crecer en un hogar disfuncional no es causal para estar en conflicto con la Ley, pero esa condición de vulnerabilidad está siendo ampliamente aprovechada por pandillas y organizaciones criminales establecidas en la ciudad y el conurbano colonense, las cuales les ofrecen tentadoras condiciones para al menos obtener alimentación, protección y valoración, las que no encuentran en sus hogares.

Exclusión (Deserción) Escolar: En el año 2018, el MEDUCA indicó que, en los tres últimos años, un aproximado de 100 mil estudiantes habían desertado o sido excluidos del sistema educativo, de los cuales la provincia de Colón ocupó el segundo lugar con más de 6,800 estudiantes. Se infiere, por lo tanto, que la situación se profundizó durante y tras la pandemia, siendo uno de los factores, entre otros, el acoso o la integración en una pandilla, el consumo de drogas ilícitas y la violencia intrafamiliar. Un niño, niña o adolescente que no asiste a la escuela se convierte en carne de cañón para las organizaciones del crimen organizado, bandas y pandillas. Algunos integrantes de esta población aspiran a ingresar a "Custory", como comúnmente le llaman al Centro Penitenciario Nueva Esperanza, para alcanzar estatus ante los grupos delictivos.

Desempleo: A pesar de contar con un extraordinario sistema multimodal de transporte que incluye una línea de grandes puertos, entre los de mayor movimiento de contenedores de LATAM, una terminal de ferrocarril, la Zona Libre de Colón con cientos de empresas, entrada atlántica del Canal de Panamá, plantas de generación de energía y áreas turísticas envidiables, que generan miles de plazas de empleo, hay que analizar una disyuntiva, ya que en su mayoría son ocupadas por trabajadores de la ciudad de Panamá y otras regiones del país, sumiendo a Colón en un 12% de desempleo, porcentaje superior al nacional que, según la CGRP, rondaba el 9.9% en el 2022.

Infraestructura Deportiva colapsada: Ninguna otra provincia cuenta con el biotipo de deportista que tiene el colonense. Una serie de campeones mundiales de boxeo, la primera medalla de oro olímpica, actuales monarcas del béisbol mayor panameño, sin estadio. Estas cualidades no han sido explotadas por la serie de gobiernos que solo basan sus débiles estrategias en simples maquillajes cada lustro. Haga el lector un recorrido por la provincia y se percatará del colapso de su infraestructura deportiva, no teniendo los jóvenes ante ello, cómo canalizar sus energías, siendo el ocio un mal consejero.

Autoridades locales y nacionales ineficientes y/o ausentes: Es notoria la ineficiencia que por décadas las autoridades locales y nacionales han demostrado con esta provincia, profundizándose los problemas básicos a medida que pasan los años. Ejemplo: solo hay que observar cómo se encuentra la ciudad de Colón, la que han utilizado en algunas películas para escenificar países en ruinas, afectando a su población, marginándola significativamente.

Por otra parte, las iglesias, la comunidad empresarial, las ONG's y la sociedad civil muestran una total desconexión entre sí y con los problemas sociales de la provincia, salvo iniciativas aisladas que no generan resultados de impacto, condición aprovechada por el crimen organizado transnacional que tiene a Colón como un punto estratégico imprescindible para el desarrollo de sus actividades delictivas.

En conclusión, la Policía Nacional está sola en este periplo y podrá contener por un tiempo limitado las consecuencias que genera la ausencia del Poder del Estado, pero esa contención por sí sola no es sostenible en el tiempo; requiere la concatenación de cada uno de los actores de manera eficiente y permanente.