La comida panameña está cautivando paladares en Nueva York
A través de la mezcla de recetas tradicionales con combinaciones inusuales, en tan solo unos meses, el negocio familiar de la panameña Karla Cruz, KC Gourmet Empanadas, ha puesto la comida del istmo en el mapa culinario del Lower East Side de Manhattan y los alrededores de la isla.
KC Gourmet Empanadas está ubicado en el número 38 de la avenida B en el Lower East Side de Manhattan. @EatTheWorldNYC
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Por: José María Torrijos Legazpi -
A más de 7 mil kilómetros de distancia de Panamá, en el Lower East Side de Manhattan en Nueva York (Estados Unidos), hay un pequeño local donde se saborea la gastronomía del istmo: KC Gourmet Empanadas. Inaugurado en febrero de este año por Karla Cruz y su familia, se trata del único restaurante panameño en toda la Gran Manzana.
Con solo siete meses de haber abierto sus puertas, KC Gourmet Empanadas se encuentra nominado en el concurso Bethpage Best of the City, en el que se seleccionan los mejores negocios de la isla neoyorquina. El restaurante de Karla está nominado en la categoría de mejor restaurante de empanadas y compite con locales de gastronomía cubana, boliviana, y latina en general; sin embargo, este concurso evalúa desde tiendas de ropa y mascotas, hasta museos y teatros, así como bufetes de abogados o contadores.
La publicación en redes, a principios de mes, de un vídeo en el que un panameño se mostraba sorprendido de encontrarse en Nueva York una inmensa variedad de platillos panameños (frituras, tamales, carnes, bebidas, etc.) se viralizó y comenzó a difundirse en Panamá a través de WhatsApp. Desde ese momento, más de uno se empezó a preguntar de quién era ese local y cómo la comida panameña llegó hasta allá.
De Panamá a Nueva York
Radicada en Nueva York desde hace 22 años, Karla y su madre, la chef Griselda Torres (mejor conocida como “Masita”, comenta Karla) tienen 17 años vendiendo comida en el Desfile de la Raza, que organiza la comunidad panameña en Nueva York todos los meses de octubre. Desde que están en Nueva York, el sueño de Masita era poner un restaurante de comida panameña.
Karla recuerda bien cómo empezó la aventura de KC Gourmet Empanadas en septiembre del año pasado, tan solo unos días después de la muerte de su padre: “Vivo a un bloque de donde tengo el negocio, que se encuentra a dos bloques de donde yo trabajaba. Iba caminando para la oficina y me dije ‘no me voy por esta calle, todos los días me voy por ahí, me voy a desviar y tomar otra calle”. Karla tomó por la E 3rd Street y se encontró con un local vacío que se alquilaba, el 38 de la avenida B. “Se me hizo raro que el lugar estuviera cerrado si hace poco un negocio había abierto”. De inmediato le contó a su mamá del espacio disponible y le dijo que -aunque pequeño- ese lugar podía funcionar para el proyecto que ella tenía en mente. “¡Ah, bueno!, como tú quieras” fue la respuesta de la chef Torres. “Me lo dijo como para no quitarme el entusiasmo, considera Karla.
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Entusiasmada, Karla conversó con Michael Deleon, su esposo. Él contactó a los bienes raíces para saber más sobre el local. “¡Cónchale! Está fuera del presupuesto” fue lo único que alcanzó a decir Karla después de que Michael averiguó sobre el espacio. El esposo, ante el desánimo de la panameña, la consoló: “No te preocupes, nosotros vamos para eso”.
A partir de ese momento, Michael (quien se encarga de toda la parte gerencial) y Karla, quien se dedica a la parte de la cocina, arrancaron con todo el proceso para abrir un restaurante. Y, contrario a lo que se podría pensar, dice la panameña, todo fue fácil y rápido. “Yo vi el local en septiembre y en diciembre ya las autoridades me habían dado todos los permisos para abrir el local. En dos o tres meses conseguí algo que puede tomar entre siete y ocho meses”.
Aunque ya tenía todo en regla, Karla no abrió KC Gourmet Empanadas hasta febrero, ya que consideraba que las fiestas de Navidad y Fin de Año no eran el momento adecuado como para comenzar un negocio (“Todo el mundo está de vacaciones, afuera”, explica). Para Karla la apertura del restaurante fue un regalo, pues abrió sus puertas el día de su cumpleaños, el 15 de febrero.
Un ‘twist’ a la empanada
En el restaurante, hay todo tipo recetas: desde las más tradicionales (carne, pollo, queso), hasta algunas de corte experimental como las de mac & cheese (macarrones con queso) o las de queso hamburguesa con bacon (trozos de carne de hamburguesa con queso y trocitos de tocino). “Hicimos una reunión en la casa y empezamos a dar ideas... hicimos una lista de más de 60 sabores... escogimos los 20 mejores”. Además de las empanadas, Karla incluye en su menú otras frituras tradicionales de la gastronomía panameña como hojaldre, carimañola, o tortillas. Y todos los fines de semana, no puede faltar, se ofrece sancocho de gallina.
Y aunque había público, 20 recetas no eran suficientes, el público pedía más estilos de empanadas: “Las empanadas se estaban vendiendo, y la gente se acercaba a preguntarme por distintos tipos. Me preguntaban si no había empanadas vegetarianas o empanadas gluten free; si no había empanadas para postres. Yo escuchaba las sugerencias y decía: ‘bueno, vamos a venderlas’. Empecé a escuchar lo que los clientes me decían y empecé a agregar más sabores hasta llegar a las 45 recetas que hay ahora”, comenta Karla Cruz.
Quizás sabores como el de macarrones y queso o el de hamburguesa sonarán extraños; sin embargo, han sido bien acogidos. “A la gente le gusta la variedad de sabores. Cuando ves algo diferente la gente queda sorprendida y la curiosidad los lleva a probar”, comenta la empresaria. “La gente me pregunta, incrédula: ‘¿todo eso cabe en una empanada?”, menciona Karla. Y es que hay, también, empanadas de puerco en salsa de naranja, de albóndigas, de múltiples carnes y embutidos. “Yo quería darle un ‘twist’ a la comida de siempre”, explica.
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Reconocimiento
La nominación en los Bethpage Best of the City fue toda una sorpresa para Karla y todos en KC Gourmet Empanadas. Incluso, la forma en que se enteraron fue inesperada: Un día, Karla llega al restaurante y se encuentra con un montón de periódicos y papeles en la entrada. Ella los toma para tirarlos a la basura y, cuando los agarra, la brisa sopla y hace que uno de los periódicos se abra por la mitad. Al ver la hoja, nota que el logo de su restaurante está en toda la página: “Lo vi y lo primero que pregunté fue ‘¿qué hace esto aquí?’ Así es como me entero de que estoy nominada”. Cruz cuenta que llamó a su esposo y le preguntó si él sabía algo, a lo que él dijo que no. Michael tuvo que contactar a los organizadores para entender qué estaba sucediendo.
KC Gourmet Empanadas se encuentra en la cuarta posición de los mejores lugares de empanadas en Manhattan. Las votaciones, que se realizan en línea en bestofnewyorkcity.com culminan el 11 de octubre. Para la restaurantera, el ganar es un premio adicional, la mayor recompensa ha sido el reconocimiento, principalmente, tomando en cuenta que el local apenas tiene siete meses operando. “Con el tiempo que tengo, estar nominada es un orgullo, un premio. ¡Ya gané! Estar nominada es un trofeo”.
Participar del concurso ha traído consigo más clientes, principalmente estadounidenses, quienes se sentían atraídos por algo tan exótico como la comida panameña. En todo Nueva York no hay otro lugar donde se pueda saborear la gastronomía del istmo. Cuenta Karla que la comida no es lo único desconocido para el público estadounidense. En general, los neoyorquinos desconocen todo sobre Panamá. “Where is Panama? (¿dónde queda Panamá?)” es la pregunta común de sus clientes. Ella les explica y va mostrando las distintas fotografías que hay en las paredes de su local con escenas de la vida en el istmo. Les habla del clima, les habla del café Geisha, de los vestidos típicos, de la sociedad panameña. En cada mesa, menciona la propietaria, hay trípticos de la Autoridad de Turismo con información de sitios turísticos del país.
Los ‘panas’
Durante los primeros meses, el público panameño que acudía a KC Gourmet Empanadas era poco, a pesar de que en el estado de Nueva York está la segunda comunidad panameña más grande de Estados Unidos, solo por detrás de Florida. Según el censo estadounidense del 2010, en Nueva York hay 28,200 panameños.
Pero eso cambió hace unos días cuando el vídeo del panameño que mostraba el menú de restaurante, sorprendido, se hizo viral. A partir de ahí, la comunidad panameña que en un principio había estado esquiva, empezó a llegar a raudales, al punto que han tenido que hacer ajustes en la producción: “Desde que se hizo viral el vídeo, esto ha sido una locura. El panameño ha venido... me han dado bastante apoyo. El vídeo salió un jueves. El viernes, sábado, y domingo esto fue una locura. La producción se quedó corta; pero ya estamos produciendo cantidades suficientes”, explica Karla.
Con la aparición del público panameño, Karla ha conocido a muchos de sus compatriotas que viven en Nueva York. Dice que también le han llegado figuras relacionadas con la alta sociedad y la farándula panameña que quieren conocer el local. Por ejemplo en KC Gourmet Empanadas estuvieron una hermana y una sobrina de Ricardo Martinelli, familiares de los dueños de las ópticas Sosa y Arango, y una prima de Samy y Sandra Sandoval. Inclusive, cuenta emocionada Karla, tuvo una videollamada con la cantante de Monagrillo. “Aquí ha venido de todo, desde gente de la ‘high class’ hasta gente de pueblo, estamos todos mezclados”, comenta orgullosa.
Ahora que el presidente Laurentino Cortizo estuvo en las Naciones Unidas, Karla esperó que el presidente y su comitiva pasaran por su negocio; sin embargo, no hubo la oportunidad. “Pensé que a lo mejor venía por ahí, pero no ocurrió”, lamenta.
El restaurante se ha convertido en un punto involuntario de encuentro de la diáspora panameña, asegura Karla: “Hemos tenido casos de primos que tenían más de 15 años sin verse y se han encontrado aquí”. Ella, también, ha recibido gente que, le comentan, convivieron con ella o con sus padres acá en Panamá.
Planes
Sin siquiera haber cumplido un año de inauguración, los planes de Karla con su negocio son muchos: Lo primero es aumentar la variedad de empanadas y otros platillos panameños, como bollo preñado o torrejitas de maíz; lo segundo, importar más productos panameños para la venta. “La gente viene aquí y me empiezan a preguntar si yo no vendo cervezas o licores panameños. Yo les explico que no vendo alcohol; sin embargo, también me preguntan por galletas, dulces, y otros productos de Panamá. Yo quiero traer productos que puedas venir a comprar cuando tienes algún antojo o deseas cocinar algo con sabor panameño”, comenta. Tercero, y quizás lo más ambicioso en este momento, es ampliar la franquicia. Karla desea abrir un segundo restaurante en el corto plazo. “Eso viene porque viene”, exclama entusiasmada.
A largo plazo, Karla y Michael desean dejarle a cada uno de sus hijos (son tres: Alondra de 22 años, Alexander de 20, y Arehd de 13) un restaurante para que lo atiendan y lo manejen como consideren mejor. “Ellos quieren seguir con el tema de las empanadas, pero cada uno tiene un toque diferente”, comenta la panameña.
Cuando se le pregunta qué lección le ha dejado todo esto, Karla dice sin dudarlo: “El sueño americano llega cuando tú menos te lo esperas. Las oportunidades hay que agarrarlas cuando las tienes. No las dejes pasar, porque se dan una sola vez”.