Decapitador pa´ la cárcel
Decapitador pa´ la cárcel
Por: Jorge Luis Barría Crítica -
Un silencio reinó en la #2 del Sistema Penal Acusatorio en San Miguelito a eso de las 10:22 a.m., de ayer, cuando entró Néstor Armando Torres, señalado de haberle cortado la cabeza a su cuñado Randy Ramel.
Las miradas de los presentes se enfocaron en el hombre de piel canela, de 1.85 metros de estatura, quien entró esposado de manos y con grilletes, escoltado por un sargento, un teniente y un subcomisionado. El hombre "strong" llegó para la realización de la audiencia de control de garantías.
Néstor vestía un pantalón “Jeans” azul -como desteñido el cual sostenía con sus manos porque se les caían al no tener correa-, llevaba un suéter blanco un poco sucio y zapatos cremas. Tenía una mirada profunda, como si estuviera sorprendido de la gran cantidad de personas que había en la sala esperando por él. También se le veía un objeto blanco en cada oído, como si fueran tapones.
Entre los presentes se encontraban familiares, periodistas y un grupo de magistrados, fiscales y jueces de Perú que andaban en gira por Panamá y querían participar en esta audiencia.
A diferencia de otros casos, Néstor contaba con dos defensoras públicas, quienes conversaban amenamente con él antes del inicio de la audiencia.
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Inicia la audiencia
El reloj marcó las 10:30 a.m. cuando la auxiliar de sala ordenó a los presentes a ponerse en pie para recibir a la juez Yemejara Pedroza.
Todos tomaron asiento, incluso Torres, quien con la mano derecha, en la que mantenía una herida, se sostuvo nuevamente el pantalón y lo subió para que no se le cayera.
La juez inició con la presentación de las partes, pero antes preguntó a la abogada de Torres, si se le retiraba las esposas a su cliente, pero la defensora respondió: “No señora juez, así esta bien”.
La respuesta de la jurista provoca el cruce de miradas entre los presentes en la sala y en sus rostros se dibujó la interrogante del por qué de esa respuesta de la abogada, ¿habrá sido por miedo? pero como no se ahondó en el tema, la juez continuó con el acto.
Torres habló
Todos se presentaron y llegó la oportunidad de Néstor Torres, a quien la juez empezó a realizarle una serie de preguntas, que respondía un poco rápido, pero con voz baja, lo que dificultaba se escuchara bien lo que hablaba.
El hombre recordó claramente que tenía 32 años, que llegó hasta tercer año de Licenciatura en Derecho, que vive en la casa #21 de la Calle 14 en Villa Lucre, pero que no recordaba el color de su casa. “No sé si es blanca” dijo Torres.
A la pregunta de la jueza de que si había comprendido los derechos que prevalecen sobre él como procesado, Torres respondió que comprendió claramente.
De inmediato la juez dio palabra a las partes y fue en ese instante que la abogada Elena Jaén Herrera, pidió la reserva de la audiencia, por la salud mental de su representado y la integridad de la víctima, por lo que la jueza aceptó en vista de que no hubo objeción alguna de los demás intervinientes.
Dos horas después
Fueron más de dos horas que duró el acto de audiencia, donde se le imputaron cargos a Néstor Armando Torres, por el presunto delito de homicidio doloso agravado.
Néstor Torres se mantendrá detenido durante el tiempo que dure las investigaciones en el proceso, que será por un plazo de 6 meses, tiempo que solicitó el Ministerio Público, por lo que será trasladado hasta una cárcel, al considerarse que el mismo estaba en condiciones de afrontar el proceso.