¡Que lo perdone Dios!

El amanecer del Día de las Madres fue crucial para los moradores del  pueblo de El Ejido, provincia de Los Santos, ante el brutal asesinato de Oristela Batista Barba. Un crimen que, pese al tiempo transcurrido (22 años), guarda preguntas para familiares y amigos de la víctima.

Lo cierto es que el crimen se cometió en una ceremonia satánica practicada por su asesino, Sandy Luzer Pardo, quien ya cumplió su condena de 20 años de prisión y sigue practicando el satanismo en la actualidad.

Quizá este es el primer asesinato con ribetes diabólicos que se conozca, en la historia de Panamá, aunque en la península de Azuero hay personas que practican la santería y otras series de doctrinas.

Padre Villarreal: El Diablo es un poder

Elías Manuel Villarreal, párroco de Guararé, destacó que hay una alegoría para presentar a Satanás, como un dragón que tiene los ojos rojos y lanza llama por la boca, pero según la Biblia, el Diablo es un poder, es un espíritu.

Villarreal califica el satanismo como una doctrina, religión o profesión, que primero toman estudios para dedicarse a las ciencias ocultas. “Hay que tener mucho cuidado con estos tipos de personas, ellos respetan la  Iglesia, entran por las puertas laterales, pero con fines diferentes a la de los católicos. "Ellos buscan la hostia consagrada para hacer sus rituales y burlarse de Dios”, manifestó el padre.

El padre asegura que las personas que se dedican a estas ciencias ocultas se preparan fuera del país, y lo aprendido, como el sacrificio de animales, es enseñado a otros adeptos a esta práctica.

Sin embargo, la inmolación o sacrificio de un ser humano es el grado más alto que pueden poner en ejecución los seguidores de estas doctrinas, con el fin de cumplir con algún mandato.

¿Sacrificar a una persona es algún tipo de trastorno?

Para el padre Villarreal el trastorno se da por una obsesión, ya que una persona que se interesa mucho por cierto tema al final termina afectada psicológicamente. “Hay gente que por querer hacer esto llega al extremo y se vuelve loca… Al satánico le sucede, porque siente que Satán le da mucho poder, pero al final termina con una mente psicópata”, dijo el padre.

¿Dudas sobre el asesinato de Oristela Batista Barba?

Han pasado 22 años desde el brutal crimen y en El Ejido, donde ocurrió este hecho, la gente está temerosa, prefiere no hablar o bien aseguran no recordar el caso de Oristela Batista.

El asesinato para algunos sigue siendo un misterio, ya que Luzer Pardo fue condenado, aunque sin evidencias palpables del hecho.

Madre: ¿por qué la mató?
 

Ana Barba, madre de Oristela, aún se pregunta: ¿por qué mi hija? No hay respuesta todavía, a pesar de que los condenados ya fueron a la cárcel.

Sentada en un banco, Ana Barba conversó con Crítica, y con un profundo dolor que sus ojos reflejaban y que en ocasiones se notaba al quebrantársele la voz, contó cómo sucedió todo, aquella madrugada.

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“Ese día, una vez llegué del evento me puse a doblar ropa, porque le había preguntado a mis otros hijos más pequeños por Oristela, del por qué no había llegado a casa, a pesar de que se había venido temprano, y como ellos me dijeron que no sabían, preferí esperarla”, relató.

“Como era muy de madrugada, uno de mis hijos se levantó y me dijo que me acostara con él, a lo que me fui, pero al rato me levanté muy asustada… como si me hubieran jalado de la cama…es algo inexplicable…sentí que fue Oristela quien me despertó”, dijo la señora Ana, quien está segura de que su hija le avisó el riesgo que estaba pasando y quizá fue el aviso de su muerte.

“Yo lloré y desesperada me fui donde la vecina, le conté lo ocurrido y juntas salimos a buscar a Oristela. Llamé a mi hermana para ver si estaba allá, pero soltando el teléfono público, cerca de las 4:30 a.m., mi vecina gritó: 'Encontramos a Oristela, muerta', fue lo que me dijeron, me imaginé que era atropellada o en algún accidente… Otro vecino me dijo: "te la  mataron, y fue mayor mi dolor”, expresó la adolorida madre.

Al lugar llegaron unidades de la extinta Policía Técnica Judicial (PTJ), quienes iniciaron las investigaciones para determinar la muerte de la joven, quien tenía 32 heridas en forma de ese, ocasionadas con un  arma blanca.

El cuerpo de Oristela fue encontrado cerca de una zanja, con la ropa bien colocada, sin muestras de forcejeo, lo que le resultó difícil de investigar a las autoridades. Aunque los hermanos pagaron, la duda del crimen quedó, duda que Ana Barba necesita aclarar.

“Yo todavía hasta la fecha me pregunto por qué a ella,  no sé por qué Oristela, si era una muchacha que no se metía con nadie”, recalcó la madre, quien agregó: "ni siquiera durante el juicio a los implicados, se reveló qué fue lo que hicieron, qué pasó con su hija y por qué lo hicieron".

“Para mi familia y para mí esto fue un golpe muy fuerte, y aún lo sigue siendo. Mi  única hija mujer fue asesinada de una manera tan cruel”, contó Barba, mientras mostraba las fotos de Oristela, que tiene en una de las paredes de su casa. Entre las fotos están las de graduación de sexto año y una, en las clases universitarias, ya que era una alumna de buen índice académico en la Universidad Tecnológica de Panamá.

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“Yo todo lo dejo en manos de Dios, porque sé que Él hará la justicia divina, porque la terrenal fue muy poca, esos 20 años no fueron nada para pagar por el crimen de mi hija…Es muy difícil para mí y no creo que pueda perdonarlo jamás, que lo perdone Dios, pero yo, ¡no!”, dijo Ana Barba.