Secuelas de un brutal asalto
La vida de un humilde trabajador cambió tras ser baleado por delincuentes que le robaron solo $37 en efectivo y un teléfono celular la noche
La vida de un humilde trabajador cambió tras ser baleado por delincuentes que le robaron solo $37 en efectivo y un teléfono celular la noche del miércoles en la barriada Los Lagos, en Tocumen.
Luis Enrique Torres Valderrama, de 31 años, la víctima, dudó que viviría para contarlo cuando se desangraba y no recibía atención médica.
“Ya había pasado más de una hora cuando llegó la ambulancia del 911 y más atrás un autopatrulla de la Policía Nacional”, dijo la víctima, quien se encontraba postrada en la cama de su casa tras haber recibido salida del Hospital Santo Tomás la mañana de ayer.
Valderrama contó que él y su esposa, de 23 años, tenían diez minutos de haber salido de su residencia y en el momento en que caminaban hacia la carretera Panamericana fueron interceptados por dos delincuentes, uno de ellos armado.
“Solo dijeron ‘dénme todo’, y empezaron a quitarnos las pertenencias, no teníamos mucho dinero porque no habíamos cobrado”, dijo la cónyuge de la víctima.
Los ladrones robaron pertenencias personales, 37 dólares en efectivo y un teléfono celular de las víctimas; una vez tuvieron el botín, el que estaba armado se puso nervioso, dijo el afectado.
Ese maleante bajó la pistola y le disparó en el muslo izquierdo, luego empezaron a correr, pero notaron que la víctima tenía el celular, por lo que regresaron, pero el afectado les explicó que si se lo llevaban, no iban a tener cómo llamar una ambulancia, así que decidieron dejarle el teléfono y huir con rumbo desconocido.
Minutos antes del robo, habían visto subir un taxi del que se bajaron los maleantes. Ese mismo carro, el lunes, estaba dando vueltas en la comunidad e incluso la policía lo retuvo, pero no pasó a mayores.
En cuatro meses que tiene la familia de vivir en la comunidad, en dos ocasiones los han asaltado.
El otro robo se produjo dentro de la vivienda, y en ninguno de los casos los antisociales han sido detenidos.
El proyectil que ingresó en el muslo izquierdo de Luis perforó la arteria femoral y salió sin tocar huesos.
Los médicos tuvieron que realizarle una operación, en la que saturaron la pierna en 29 ocasiones, trece de los puntos en un lado y los restantes 16 en el otro.
Luis labora eventualmente como estibador en la empresa Cedessa, ubicada en el aeropuerto de Tocumen. Este es su segundo contrato de diez meses. Ahora solo tiene tres meses y su estabilidad está en duda, ya que su incapacidad tomará mucho tiempo, porque no puede caminar ni afirmar el pie.
Si queda desempleado, podría perder su casa, todo gracias a la maldad de los ladrones.