La leyenda del Señil
“El Señil” es una vieja leyenda que se origina en épocas de la Semana Santa en el apartado corregimiento de Ponuga, donde algunos habitantes se resisten a pensar de que se trata solo de una historia, y es que recientemente Cecilio “Ñila” Quintero, quien vivió por muchos años en la comunidad de El Suay del mencionado corregimiento, dijo que pareciera que las narraciones de nuestros antepasados se mantienen como una realidad.
“El Señil” era un hombre muy devoto que salió de cacería días antes del Viernes Santo, o la semana en que los católicos guardan respeto en honor a la muerte de nuestro señor Jesucristo y se abstienen de hacer algunas actividades.
El hombre que salió de cacería desapareció de su comunidad sin que a la fecha haya sido encontrado o haya dejado rastro alguno.
Quintero dijo que su padre le comentó que el cazador llevó consigo una escopeta, dos perros, su pipa, tabaco y algunas medicinas caseras para permanecer en el monte y cazar algunos animales, como venados, conejos pintados y otros.
Después de la Semana Santa, el hombre no apareció, por lo que emprendieron la búsqueda, pero no lo encontraron. Al pasar los años, en este lugar, en una montaña hacia la comunidad donde partió, se escucha días antes del Viernes Santo a dos perros ladrando, el estruendo de una escopeta y el grito de un hombre que pide ayuda.
A ese lugar hoy día se le conoce como Señiles de Ponuga, ahí vive gente sana y trabajadora. Estas personas respetan esta fecha para no encontrarse con el hombre desaparecido o que a ellos les ocurra lo mismo.