Enfermedad silenciosa
Este padecimiento se debe a la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas.
Enfermedad silenciosa
Por: Katherine Marengo -
El hígado graso es una enfermedad “silenciosa” que, sin un diagnóstico oportuno, puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado y llevar a la muerte.
Según la Dra. Graciela Hurtado, este padecimiento se debe a la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas, lo cual se produce principalmente por la obesidad, la diabetes y la hiperlipidemia (grasa en la sangre).
Tradicionalmente se dice que nuestro hígado tiene hasta un 5% de grasa, cuando acumulamos más de eso, decimos que hay hígado graso no alcohólico, lo cual puede ocasionar inflamación, fibrosis, cirrosis y más adelante cáncer de hígado.
LEA TAMBIÉN: Renueva su música e imagen
Sin embargo, este padecimiento es considerado silencioso debido a que no tiene síntomas claros, y por ello es de difícil diagnóstico, lo cual eleva la probabilidad de que los pacientes tengan complicaciones fatales.
Por eso es importante cambiar de hábitos alimenticios y aumentar la actividad física.
La dieta saludable es aquella que es rica en fruta, verdura, legumbres, cereales, pescado y poca carne, evitando en lo más posible las grasas trans y saturadas, y sobre todo los azúcares simples.
El sobrepeso y la obesidad son modificables mediante cambios en el estilo de vida. Además, se debe evitar el alcohol y los medicamentos innecesarios, explicó Hurtado.
LEA TAMBIÉN: Retoma su carrera, después de 5 años
El especialista agregó que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades del hígado son la cuarta causa de mortalidad en los varones y la sexta en mujeres, y el cáncer de hígado se presenta en 90% de aquellas personas que padecen cirrosis.
La mayoría de los síntomas si los hay, pues a veces no se presentan, serían simplemente molestias a nivel del lado derecho del abdomen donde acaban las costillas.
Actualmente, no existe tratamiento, solo dieta, ejercicio y control de los factores de riesgo como obesidad, colesterol y diabetes.