Al menos seis sicarios murieron en dos enfrentamientos entre pistoleros y soldados del Ejército mexicano registrados en Nuevo León.
El primer enfrentamiento ocurrió en San Nicolás, Monterrey, donde resultó muerto un presunto sicario y otro fue detenido.
Más tarde, de nuevo militares y sicarios se enfrentaron a tiros en la carretera entre Monterrey y San Mateo, en el municipio de Juárez.
En ese choque, cinco presuntos sicarios resultaron muertos, dos de ellos cuando trataban de huir.
Por otro lado, tres cuerpos descuartizados fueron hallados en Acapulco, urbe turística del sur de México, con un mensaje de amenaza de la delincuencia organizada.
El director de la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero, Valentín Díaz, dijo que los restos fueron hallados en el interior de una vivienda ubicada a la altura del centro de salud de Acapulco.
La vivienda donde fueron hallados pertenece a Nicasio Arizmendi, un presunto narcotraficante del sureño estado de Guerrero, según las mismas fuentes.
En la casa se encontraron "los restos mutilados de tres personas del sexo masculino, apreciándose que tenían las cabezas cubiertas con cinta, localizándose una cartulina con una leyenda", según la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del Estado.