Hace falta mercado público en Arraiján
Durante décadas los moradores de Arraiján han escuchado la promesa de que construirán un mercado público que le permitirá a los pequeños productores del
regional
Durante décadas los moradores de Arraiján han escuchado la promesa de que construirán un mercado público que le permitirá a los pequeños productores del lugar, llevar sus productos frescos y ofrecerlos al público a un precio asequible.
Eladio Rangel, agricultor de Burunga y que vende verduras, dijo que no es justo que Arraiján no tenga un mercado público y que ellos no cuenten con un puesto donde ofrecer sus productos.
Confesó que si es necesario, ganarían menos, pero con un puesto seguro por el que paguen poco sentirán que contribuirán al desarrollo de nuestro pueblo.
Los arraijaneños tienen que comprar al precio que sea los productos que se venden en los supermercados y los minisúper, y que no son precisamente baratos ni frescos ni de la mejor calidad.
Tal situación ha propiciado la proliferación de puestos improvisados, en donde la gente vende verduras, frutas, legumbres, y, en algunos casos, aunque ello pugne con las reglas de salud, diferentes tipos de carne.
Pequeños y medianos productores desde un “pick up”, o maletero de sus vehículos, improvisan pequeños mercados ambulantes, los estacionan estratégicamente en supermercados debidamente establecidos, lo que fomenta una competencia que ha terminado en confrontaciones verbales y hasta físicas.