Policía reprime a estudiantes
Apenas los estudiantes secundarios intentaron marchar por una céntrica avenida desafiando una prohibición del Gobierno para hacerlo por ese lugar, un gran contingente de policías antimotines comenzó a reprimirlos. En los incidentes tres autobuses del transporte público fueron incendiados aparentemente por jóvenes encapuchados que huían de la acción policial.
La represión policial fue repelida por algunos grupos de adolescentes que lanzaron piedras a los efectivos. Una cantidad indeterminada de jóvenes fue detenida.
Como las masivas marchas de 2011, la convocatoria de los estudiantes secundarios, respaldada por los universitarios, fue en demanda de reformas y mayores recursos para la educación, así como el fin del lucro en los establecimientos que reciben financiamiento estatal.
El Gobierno ha rechazado el término del lucro y está empeñado en un ajuste tributario con el que recaudaría unos 1,200 millones de dólares extra que el presidente Sebastián Piñera aseguró serán destinados íntegramente a la educación. Los estudiantes y la oposición política rechazan el ajuste y exigen una reforma más profunda y recursos no inferiores a los 4,500 millones de dólares.
Eloísa González, vocera de los estudiantes, dijo la protesta obedecía a que ``hoy día hay una violación constante a los derechos del niño y nosotros vivimos a diario la represión tanto interna en los liceos con las expulsiones como en las calles''.
Este año las protestas callejeras han sido menores a las de 2011.
El vocero oficial del gobierno, Andrés Chadwick, culpó a los dirigentes estudiantiles de la convocatoria de los desmanes registrados y dijo que hará caer