Mundo - 28/6/15 - 11:45 AM
Vertido de las FARC es el peor daño ambiental vivido
Juan Manuel Santos, afirmó hoy que el vertido de 410.000 galones de crudo que provocaron las FARC, es "quizás el daño ambiental más grave en la historia del país".
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó hoy que el vertido de 410.000 galones de crudo que provocaron las FARC el pasado lunes en el municipio de Tumaco (suroeste) es "quizás el daño ambiental más grave en la historia del país".
"Es inconmensurable. Este es, quizás, el daño ambiental más grave en la historia del país", declaró Santos en una entrevista con el diario El Tiempo publicada hoy.
Según el presidente es "prácticamente imposible" medir el alcance del daño registrado en Tumaco, un municipio del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, donde al menos 160.000 personas, según cifras oficiales, sufren graves restricciones de agua tras la contaminación de los ríos que causó el vertido.
El derrame se produjo cuando guerrilleros de las FARC atentaron contra el Oleoducto Transandino, lo que causó el derrame de 410.000 galones de crudo en la quebrada Pianulpí, que surte al río Guisa, y éste a su vez al río Mira que alimenta el acueducto de Tumaco.
Desde entonces el Gobierno envía camiones cisterna con agua al municipio, en tanto que Estados Unidos y Ecuador también brindan apoyo técnico para responder a la emergencia hasta que vuelva el suministro, algo que Santos espera conseguir en un tiempo máximo de 45 días.
Mientras, el Ministerio de Medio Ambiente y la petrolera estatal Ecopetrol "han desplegado todos sus recursos para tratar de contener al máximo posible el daño ambiental", aseguró el presidente, que matizó que por su dimensión "quizás nunca se pueda reparar totalmente" el perjuicio causado.
Santos, que llamó esta semana "cínicas" a las FARC por elogiar la encíclica del papa Francisco sobre el cuidado del medio ambiente y provocar derrames de crudo al mismo tiempo, respondió de nuevo duramente a la guerrilla, que dijo que la contaminación en Tumaco son daños "no deseados" consecuencia del conflicto armado.
"Verter petróleo en los ríos no es un acto de guerra, es un acto de barbarie. Dejar sin agua, sin luz, sin sustento a miles de campesinos y pescadores no es un acto de guerra, es un acto de indolencia", subrayó el presidente.