Corte de pencas: una tradición de generaciones en Semana Santa
Machete en mano, se dirigieron a una zona donde se cultiva Palma Real para realizar el corte de las pencas, como un aporte social a la comunidad y expresión de fervor religioso.
El corte de pencas, destinadas a las parroquias de la ciudad capital para la conmemoración del Domingo de Ramos, es una labor campesina que se realiza desde hace más de 30 años en la comunidad de Río Chico, en Pacora.
Este año, la actividad —iniciada por el expresidente de la Asamblea Nacional, Elías Castillo— fue coordinada por su hijo, Omar Castillo López, junto a un grupo de colaboradores y amigos. Todos ellos se internaron desde tempranas horas de la mañana de este viernes en la finca ganadera de su padre, monte adentro.
Machete en mano, se dirigieron a una zona donde se cultiva Palma Real para realizar el corte de las pencas, como un aporte social a la comunidad y expresión de fervor religioso.
“Con el equipo de trabajo y amigos realizamos la actividad con mucho entusiasmo. Entregamos las pencas el sábado en la mañana, y el Domingo de Ramos, en las parroquias, las deshojan, las bendicen y se distribuyen entre los feligreses que asisten a las homilías”, explicó Castillo.
La tarea no es sencilla: se deben recorrer varios kilómetros para llegar a la montaña en Pacora, donde se efectúan los cortes.
En ocasiones, al subir las palmas, se pueden encontrar serpientes, abejas africanizadas y otros tipos de alimañas, por lo que es necesario extremar precauciones.
La jornada se ha convertido en una tradición desde que se hicieron las primeras entregas de pencas a la Iglesia San Judas Tadeo, en el corregimiento de Juan Díaz, y posteriormente se expandió a diversas parroquias de la urbe metropolitana.
Tradicionalmente, los panameños participan en las misas del Domingo de Ramos para recibir las palmas bendecidas, en conmemoración del ingreso triunfal de Jesucristo a Jerusalén, donde fue recibido por sus seguidores con palmas en señal de júbilo