El futuro incierto de Fontainebleau, y el decadente mundo del disco
La legendaria tienda de discos ubicada en la avenida Central no sabe si continúa, se muda, o cierra. Después de 49 años, el negocio no puede afrontar el incremento en el alquiler del local donde está

Fontainebleau abrió hace 49 años en la avenida Central. Comenzó como una tienda de ropa y discos. Foto: José María Torrijos Legazpi

Ante el incremento en la renta del local, Néstor Jiménez, decidió rematar el producto que tiene en existencia. Foto: José María Torrijos Legazpi

Néstor Jiménez, dueño de Fontainebleau, se inició en el mundo del disco como representante de Discos Industriales. Foto: José María Torrijos Legazpi

A la tienda llegan muchos compradores buscando música panameña. Los discos nacionales se cotizan bien en el extranjero. Foto: José María Torrijos Legazpi

Anabel, la mayor de los cinco hijos de Néstor Jiménez, lo ayuda actualmente en la tienda. Es la única a la que le gusta la música. Foto: José María Torrijos Legazpi

En los últimos años la venta de acetatos ha tomando nueva fuerza. La gran mayoría de las ventas son LP's. Foto: José María Torrijos Legazpi
Néstor Jiménez, dueño de Fontainebleau, habla de cómo se inició en el mundo del disco; la Central a lo largo del tiempo, etc.
Las crisis que ha vivido Fontainebleau a lo largo del tiempo, el negocio de la música actual
El futuro de Fontainebleau, las últimas tiendas de discos en Panamá
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Por: José María Torrijos Legazpi -
Ahora que Fontainebleau se va -al menos eso es lo que la gente piensa y es lo que se ha manejado a través de las redes sociales- todo el mundo quiere comprar discos. La tienda de Néstor Jiménez, abierta hace ya 49 años, goza de un movimiento no visto desde hace mucho. Clientes que vienen y van por todo el local rebuscando con desesperación entre los vinilos, sencillos de 45 pulgadas, discos compactos, y vídeos. Detrás de la vidriera está el propietario, atendiendo la caja, resolviendo las dudas de los clientes, sugiriendo productos, y conversando con aquellos que llegan a saludarlo. Su hija Anabel, lo acompaña. Ella se encarga de acomodar los productos, buscar solicitudes específicas y cobrarle a los clientes cuando él está ocupado o se le dificulta (hace más de diez años sufrió un accidente cardiovascular y, además de caminar con bastón, tiene la movilidad del brazo izquierdo reducida).
