Los informes de calificación de riesgo y el rol de la mina
El 2025 se acerca con muchos retos que pondrán a prueba nuestro sistema bancario, la inversión privada y nuestra solidez financiera.
Las empresas calificadoras de riesgo se encargan de evaluar la solidez financiera y crediticia de entidades, países y productos financieros; ya lo hicieron para Panamá: las principales ya emitieron informes actualizados en el contexto de diciembre de 2024 donde, por supuesto, el tema del cese abrupto de operaciones de la mina de Cobre Panamá ubicada en Donoso, Colón, tomó un rol preponderante.
Las calificadoras señalaron riesgos asociados al endeudamiento público y a los déficits fiscales y reconocen esfuerzos por parte de los Gobiernos para implementar políticas de consolidación económica. Es precisamente donde entra la mina.
En su reporte, América Latina, Panorama bancario por país, del 3 de diciembre de 2024, S&P Global Ratings destacó, entre sus supuestos principales, que las condiciones económicas en Panamá, que aún son difíciles, podrían poner a prueba el crecimiento del sistema bancario y su calidad de activos. "El riesgo de daño a la confianza de los inversionistas y a la futura inversión privada derivado del cierre de un gran proyecto minero de cobre el año pasado podría dificultar las cosas para el sistema bancario del país".
El 26 de noviembre S&P Global Ratings bajó las calificaciones soberanas de largo plazo a 'BBB-' de 'BBB' y de corto plazo a 'A-3' de 'A-2'. La baja refleja la menor flexibilidad de Panamá, lo que aumenta la vulnerabilidad a los desafíos económicos y fiscales venideros.
Aunque no constituye una acción de calificación, el reporte en cuestión mencionó que el lento crecimiento económico de Panamá en el corto plazo (ligeramente por debajo de 3% en 2024) se traducirá en un flojo crecimiento de los ingresos, lo que se suma a los actuales desafíos fiscales del país, como las bajas tasas de recaudación de impuestos y la pérdida de ingresos fiscales por el cierre del proyecto minero de cobre.
"En nuestra opinión, esto podría obstaculizar la confianza de las empresas y los hogares, lo que presionaría el crecimiento empresarial y las condiciones operativas de los bancos. Esto mantendría altos los niveles de activos improductivos", se detalló.
Se determinó que la calidad de activos de los bancos panameños seguirá siendo históricamente débil durante los próximos dos años.
Por su parte, Moody’s ha mantenido la calificación de grado de inversión para Panamá en Baa3, pero ajustó la perspectiva a negativa debido a desafíos fiscales que podrían amenazar la estabilidad financiera en el futuro.
Basándose en la información de las agencias Fitch Ratings, Moody’s Investor Service y S&P Global Ratings, actualizado al primer trimestre de 2024, el Consejo Monetario Centroamericano difundió una síntesis sobre las calificaciones de riesgo y perspectivas sobre las principales fortalezas, retos y factores de sensibilidad de las economías de Centroamérica, Panamá y República Dominicana.
En su calificación, Fitch Ratings mantiene estable a Panamá. En el primer trimestre del año, la agencia realizó una revisión que implicó la reducción de su calificación para el país, situándola por debajo del grado de inversión en la escala de dicha calificadora. Indicó que la reducción de la calificación refleja los desafíos fiscales y de gobernanza, los cuales se han agravado por lo acontecido en el cierre de la mina más grande del país
Las revisiones se realizaron tomando en cuenta el desempeño de indicadores tales como evolución de la actividad económica, déficit fiscal, necesidades de financiamiento (local y externo), análisis de ratios deuda pública/PIB, de intereses de deuda/ingresos fiscales, así como indicadores del sector externo, entre otras.
El 2025 se acerca con muchos retos que podrán a prueba nuestro sistema bancario, la inversión privada y nuestra solidez financiera, aunado a la toma de decisión, por parte de las autoridades, sobre cuál será el rol de la mina.