“No somos botellas”: Conflicto entre Asamblea y Contraloría
La presidenta de la Asociación de Empleados de la Asamblea Nacional, Karina Connell, manifestó que el contralor Anel Flores debe poner fin al acoso, la humillación y la persecución contra los funcionarios de la Asamblea Nacional.
La diputada Dana Castañeda, presidenta de la Asamblea Nacional, exigió respeto por parte de la Contraloría General de la República hacia los funcionarios del órgano legislativo, quienes —según denunció— fueron nuevamente sometidos a una humillación con la entrega de sus cheques correspondientes a la primera quincena de abril, en medio de una auditoría que realiza desde el mes pasado dicho ente fiscalizador.
Castañeda señaló que la Contraloría no ha tenido la capacidad de realizar una entrega expedita de los pagos a los trabajadores legislativos, por lo que solicitó replantear la forma de pago.
En su cuenta de X , Castañeda publicó: "Acepto el rol fiscalizador de la Contraloría, y hemos abierto las puertas para que realicen sus funciones. NO permitiré la intromisión en las funciones propias de este primer Órgano del Estado. Fiscalizar no es cogobernar. No estoy de acuerdo con humillar al funcionario."
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Empleados de la Asamblea Nacional, Karina Connell, manifestó que el contralor Anel Flores debe poner fin al acoso, la humillación y la persecución contra los funcionarios de la Asamblea Nacional.
"Los empleados de la Asamblea Nacional no somos botellas", exclamó Connell, acompañada de un grupo de compañeros visiblemente molestos.
Adelantó que más del 75 % de los trabajadores aún no ha recibido sus cheques para poder cobrarlos y cumplir con el pago a sus acreedores.
"Hemos decretado un paro de brazos caídos para exigir respeto a la Contraloría", afirmó la dirigente.
Funcionarios de la Contraloría General de la República entregaron este lunes los cheques correspondientes a la primera quincena de abril a colaboradores de la Asamblea Nacional, como parte de las acciones destinadas a evitar el pago de salarios a personas que no cumplen con las funciones para las que fueron contratadas.
El objetivo de la Contraloría es verificar que los funcionarios cumplan efectivamente con sus responsabilidades, a fin de garantizar el uso adecuado de los recursos públicos y evitar que se continúe pagando a quienes no justifican su contratación.
Con esta medida, se sustituye temporalmente el sistema de pago electrónico (ACH), con el fin de ejercer un mayor control sobre los desembolsos y evitar que se continúe remunerando a personas que no justifican debidamente su vinculación laboral con el Estado.