Partidos y Elecciones

En CD, quizás por su génesis, el debate nunca fue su distinción, lo que llevó al partido a un anquilosamiento político
José Raúl Mulino Q.

José Raúl Mulino Q.

Por: José Raúl Mulino Q. -

Deseo hacer ciertas reflexiones sobre lo que a mi juicio se está dando en los partidos políticos de cara al torneo electoral próximo.  A pesar de que de la boca para afuera muchos dicen que los partidos son de la esencia del sistema democrático, en la práctica, quizás producto de muchos errores y desatinos en el tiempo, los vienen descalificando sin tregua.  Como en los clubes cívicos, sociales, agrupaciones religiosas, etc., en los partidos hay de toda clase de personas, pero el accionar de los que fallan en su función, no puede servir para estigmatizar a todos los miembros de los colectivos.

Los procesos electorales se nutren, fundamentalmente, de la participación de los partidos políticos.  El nuevo ejercicio vía candidatos independientes no creo vaya a reemplazar a los partidos,  aunque reconozco su aporte y participación.  Sin embargo, vivimos un momento político atípico.  He participado en dos partidos políticos: Solidaridad- Unión Patriótica y Cambio Democrático.  Pasamos por dos fusiones.  En todos existieron y existen legisladores antes, diputados ahora.  Pero la conducción y debate de posiciones se perdió en el tiempo.  En CD, quizás por su génesis, el debate nunca fue su distinción, lo que llevó al partido a un anquilosamiento político y a una nula exposición de ideas que sustentaran las decisiones y rumbo político, contrario al PRD que discute y plantea posiciones.

Por causas que no vienen a cuento en esta ocasión, el tiempo en el que participé de la Junta Directiva no recuerdo mayores análisis, mucho menos la adopción de posiciones para enfrentar los problemas nacionales o la dura experiencia que hemos pasado en estos años de Varela. El partido se convirtió en una  entelequia en la que muy pocos opinaban cuando se daba algún grado de debate. La persecución judicial desatada debió servir para un accionar político en defensa del respeto a los derechos humanos y constitucionales de los que fuimos perseguidos.  Ni por Martinelli salió el partido a decir nada.  Hubo silencio y miedo.   El Movimiento SOS reemplazó al partido junto a nuestras familias y amigos.  Los dirigentes brillaron por su ausencia.  Hoy, el partido lo dirige la bancada de diputados y se debe intuir que las decisiones se tomarán en función de lo que a la bancada le signifique de conveniencia.  En esto incluyo las candidaturas.  Las primarias a todos los puestos es tema aún desconocido, lo que propicia la fuga de precandidatos a otras toldas.  Al igual que en los demás partidos grandes, esa realidad ha fusionado a los partidos con las bancadas, limitando o eliminando el debate político respecto al camino a seguir.  La bancada es el partido.  


El efecto de lo anterior es la conducción improvisada del colectivo, la falta de presencia nacional de fondo, de orientación y análisis.  Lo único que interesa es el acomodo político, la inmediatez, de cara a las elecciones, sin adentrarnos a ver el entorno actual que presagia grandes problemas.  No analizarlo no va a eliminar el problema político que tenemos todos como país.  Hay más conspiración que debate y las  realidades cambian al ritmo de las necesidades o miedos de la bancada.
Lo sucedido no es casual.  A mi juicio, Varela ha minado a los partidos.  PRD y CD han sido objeto de infiltraciones peligrosas de graves consecuencias.  Ya se sabe de donde vinieron los fondos.  La hoy oposición no es más que la reacción a la ruptura del co gobierno que imperaba y se  normalizará en la medida en que el Ejecutivo les abra el grifo y se deje para otro momento las temidas auditorías. Si no se da,  la radicalización será la ruta mientras el país se agota en todo sentido.  Pero mientras esto sucede, se avecina el torneo y la superficialidad lo caracteriza.  La veda electoral, necesaria en algunos aspectos, ha castrado la manifestación de opiniones so pretexto de que se interprete que estás haciendo campaña, aunque muchos la hacen.  Pienso que esa no era la idea.  Se logró esconder más de lo que ya están a los partidos como instituciones democráticas a la espera de que el maratón por los votos comience sin tiempo, más que pensar en el rumbo de la Nación.  Por ende, se arriesga el próximo quinquenio que será crucial respecto de lo que puede venir después. 


En lo personal, al menos en estos escritos y en los espacios mediáticos que me invitan a participar o en mis redes, plasmo mis ideas las  cuales son el producto de mis sinceras y personales reflexiones.  Estudio el país desde hace décadas.  No soy un improvisado en política y no pretendo hacerlo en esta etapa en la que aspiro a competir para gobernar.   El panorama es muy complejo y será cambiante.  Falta mucho camino aunque sobren aventureros y mochileros políticos. Por ello, camino con pausa para decidir con tino las decisiones por venir. 
A pesar de que muchos lo dicen y nada hacen, las elecciones no deben ser solo ir a votar.  Los partidos deben hacer un esfuerzo serio para darse un mejor espacio en la sociedad a través del responsable ejercicio político.  Aupar su desprestigio por gentes con agendas definidas no es prudente. De lo contrario, se arriesga el sistema y puede caer en manos de radicales que si tienen claro que harían ellos con el país. Las condiciones que llevaron al golpe del 68 están para referencias, a pesar de que no tenemos un cuerpo armado como árbitro. No es relajo lo que se vive. Seguiré elaborando sobre esto.
 Mientras, el reloj sigue su marcha y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!
 



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