Significado del Adviento
Hoy es el primer domingo de Adviento. Es el periodo de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del año litúrgico católico.
El último domingo de Adviento será el 23 de diciembre. Hoy en muchos lugares será la tradicional bendición de las coronas que representan esta fiesta
La palabra Adviento proviene del latín "adventus" que significa la venida.
La corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia.
La forma circular: el círculo no tiene principio ni fin, es señal de eternidad.
-Las ramas verdes: simbolizan la esperanza y la vida.
-Las cuatro velas: las velas se encienden de una en una, durante los cuatro domingos de Adviento. Simbolizan la luz en medio de las tinieblas: la salvación que vino a traer Jesucristo es luz para la vida de cada persona.
-El color rojo significa el amor de Dios.
Las cuatro velas suelen ser de los siguientes colores:
Morado: Representa el espíritu de la vigilia.
Verde: Representa la esperanza.
Rosa: Representa la alegría por la cercanía del nacimiento de Jesús.
Blanco: Es el color de la presencia luminosa de Dios.
El año litúrgico comienza con el Adviento. Se enciende una de las cuatro velas, cada domingo de los cuatro que dura el Adviento, para indicar el camino que se recorre hasta la Navidad. El primer domingo de Adviento una, el segundo dos, y así sucesivamente. El orden de encendido es: morado, verde, rosa y blanco.
El papa Francisco aseguró que “vivir el Adviento es ‘optar por lo inédito’, por lo nuevo, es aceptar el buen revuelo de Dios y de sus profetas”, y alentó a los cristianos a ser "atrevidos" al soñar.
En su audiencia con cerca de 6,500 peregrinos, el santo padre señaló que “el que se entristece se queda solo, habla mal de todos, chismorrea aquí y allá. Tiene el corazón triste”.
“El chismoso, la chismosa, tienen el corazón triste”, dijo, y “el que se entristece se queda solo, no tiene amigos y ve únicamente problemas; ve solamente el lado oscuro de la vida. Quizás todo es hermoso, todo blanco, todo luminoso, pero él o ella ven la mancha, ven la sombra, lo negativo”.
“A veces, cuando encuentro personas así, que viven siempre tristes y criticando, pienso ¿pero qué tienes en las venas, sangre o vinagre?”, cuestionó.
Ante esto, el papa alentó a dejar de quejarse, y en lugar de caer en la tristeza pidió “hacer lo contrario: consolar, ayudar”.
El santo padre recordó que “esta noche comienza un tiempo de consuelo y esperanza, el tiempo de Adviento: comienza un nuevo año litúrgico, que trae consigo la novedad de nuestro Dios, que es el ‘Dios de toda consolación’”.