Opinión - 25/2/14 - 11:18 PM

Charla

L a pregunta no recuerdo por qué me la hicieron. El exalumno de Periodismo quiso saber si yo conocía algo de pandillas. Dije que tengo años de

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Milcíades Ortiz / Milcíades Ortiz

L a pregunta no recuerdo por qué me la hicieron. El exalumno de Periodismo quiso saber si yo conocía algo de pandillas. Dije que tengo años de no explicarme algo sobre eso. Si el gobierno tiene un "censo" de cuántas pandillas hay en el país y dónde funcionan. ¿Por qué no las han eliminado? Me contestó "porque es un negocio". Callé. No quería profundizar en una realidad terrible panameña. Además, sería difícil comprobar esto... Así que "me fui por un lado", como dirían en Viento Frío.

"Desde hace años vengo señalando que las autoridades no investigan lo suficiente sobre las armas de los sicarios panameños". Un fotógrafo también estaba en el grupo y puso atención. Indiqué que ya no se ven viejos revólveres y pistolas, sino un armamento de calidad. "Algunas de esas armas son usadas por la Policía de Estados Unidos", afirmé. Son efectivas y cuestan mucho dinero. Entonces, ¿cómo llegan a manos de los maleantes del patio? Sin dejar que respondieran sostuve que "debe existir un enorme contrabando de pistolas nueve milímetros y municiones, que no es controlado por las autoridades".

Ambos periodistas estuvieron de acuerdo. Pero el asunto no termina allí. Insistí que me asombra la puntería que tienen estos asesinos. Quienes sabemos algo de armas somos testigos de que no es fácil disparar con pistolas de ese tipo. A veces lo hacen desde autos o motocicletas en marcha. ¿Dónde aprenden a disparar esos "gatilleros"? Uno de ellos me dijo que en polígonos legales, cosa que puse en duda, aunque no es imposible. También señalaron que practican en ciertas comunidades en que hay tiroteos a cada rato.

Eso no me convenció porque aprender a disparar no es fácil. Indiqué otro aspecto que llama la atención de esta sangrienta realidad de hoy. ¿Cómo un joven, a veces chiquillo, tiene el corazón para matar a otro incluso frente a sus familias? ¿Será que los centenares de dólares que reciben por los "encargos" logran anular el ser humano que tiene cada persona? Concluí que esos asesinos no son seres humanos. No los comparemos con los animales salvajes, que solamente matan por comida o defender su guarida.

Fue una charla de muchas preguntas que quedaron sin respuestas. Es curioso que no se habló de los temas del momento, como la política, los Carnavales, o el metro... ¿Para qué?


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