Cumbre
Hay muchas formas de medir los resultados de una cumbre de mandatarios que se reúnen para analizar los problemas regionales y tomar las decisiones que como grupo
Hay muchas formas de medir los resultados de una cumbre de mandatarios que se reúnen para analizar los problemas regionales y tomar las decisiones que como grupo deben adoptar. La semana pasada se reunieron en Panamá las representaciones de los países de América Latina, España y Portugal, en un cónclave cuyo objetivo principal fue fijar acuerdos que permitan su integración y desarrollo económico y social.
Esta alianza entre españoles, portugueses y latinoamericanos cobra mayor importancia toda vez que Europa enfrenta un desaceleramiento económico que ha afectado a múltiples sectores.
La organización cuenta con un grupo técnico que establece enlaces con las cancillerías de todos los países para elaborar los documentos marcos que se someten a análisis y a su posterior aprobación por parte de los mandatarios.
Por ejemplo, en Panamá se dio seguimiento a los acuerdos establecidos en el encuentro anterior y se comenzó a preparar la agenda de la reunión que se llevará a cabo en Veracruz, México.
Es por eso que decir que la cumbre no alcanzó la meta prevista es un error o una mala intención porque el trabajo técnico realizado permitió cumplir con la agenda y con los acuerdos entre las naciones.
No se puede dejar de considerar la ausencia por enfermedad de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y del mandatario chileno, Sebastián Piñera, quien no recibió autorización por parte del Congreso de su país.
Otros gobernantes debieron enfrentar asuntos internos en sus respectivos países, pero enviaron a sus representantes con el derecho de tomar decisiones, algo que sí fue divulgado por medios internacionales.
Es importante destacar el trabajo de la Cancillería que fue desarrollado a un elevado nivel de eficiencia y como líder del equipo anfitrión, demostró capacidad de organización para la realización de un evento de talla internacional.