Damas
Q ue recuerde, nunca antes habían participado tantas damas como candidatas a vicepresidentas en Panamá. Los tiempos han cambiado en cuanto a la presencia femenina en la
Q ue recuerde, nunca antes habían participado tantas damas como candidatas a vicepresidentas en Panamá. Los tiempos han cambiado en cuanto a la presencia femenina en la política, actividad que hace años no era "apta" para ellas. Pero quedan sujetos que piensan que la mujer sigue siendo aquel "animal bello, de largos cabellos e ideas cortas". Hemos tenido la experiencia de una mujer como presidenta. Años atrás era difícil de aceptar.
Si doña Mireya gobernó bien, regular o mal, es cuestión de apreciación de cada uno. En eso de presidenta somos más "adelantados" que EE.UU., la "mejor" democracia del mundo. Aquí impera el personalismo del presidente. Expertos indican que nuestras leyes dan mucho poder a los mandatarios, quienes delegan muy poco en los vices. No hemos salido del "protagonismo" que da el máximo cargo público de la nación.
En EE.UU. y otros países se le da la importancia debida al vice. Él debe reemplazar al jefe si ocurre algo inesperado. Tiene la misma categoría que el presidente. La última vez que sucedió fue con el asesinato de John F. Kennedy. Tal es la poca importancia que se le da aquí al vice que desde la caída de la dictadura militar hemos tenido dos gobiernos que funcionaron sin ellos. El primero fue el de Guillermo Endara (q.e.p.d.).
Queda para los historiadores si no contar con vicepresidentes afectó negativamente o no esa administración. ¿Qué se necesita para dirigir una nación? ¿Títulos de doctorados? ¿Experiencia ejecutiva? ¿Un criterio global de la realidad panameña y decisión para solucionar problemas? Algunos sostienen con visión paternalista que manejar ciertas familias es más complicado que un país...
A los panameños que no disfrutan del desarrollo económico y modernismo no les importa el sexo del mandatario. Desean que la comida sea barata, que no haya inseguridad ni maleantería, que haya viviendas adecuadas, educación para todos... ¡y algo de fiestas! Como una lista de súper... ¿Verdad?