Familias saludables
El núcleo de la sociedad, la familia, ha visto acechada su permanencia. Corresponde a la pareja fortalecer los lazos que la unen, basados en el
El núcleo de la sociedad, la familia, ha visto acechada su permanencia. Corresponde a la pareja fortalecer los lazos que la unen, basados en el amor mutuo, respeto, comprensión, comunicación y protección.
Los recientes acontecimientos llaman a meditar sobre si realmente los padres están cumpliendo su rol, que implica dedicarles tiempo de calidad a los hijos; educarlos en valores que impidan que terceros anulen la formación integral que reciben en casa y que la escuela fortalece.
Es preocupante cuando un miembro de la familia atenta contra su propia sangre. El hecho, una vez registrado, divide a la familia y afecta a las futuras generaciones. Para citar dos ejemplos, el niño que perdió la vida a manos de un tío y el adolescente que asesinó al padre de su novia porque no aceptaban la relación. Nada justifica una acción de esta naturaleza.
Son hechos que se tornan difíciles de olvidar y que llegan a confrontar a la familia. Se pide justicia, pero ¿qué llevó a esa persona a cometer la acción? No estoy adoptando una posición parcial, procuro tocar la raíz de estos actos.
En muchos casos, es el resultado de la falta de amor, atención, orientación adecuada y oportuna; quizás ese individuo en su niñez no disfrutó un tiempo de calidad con sus padres o familiares, y así, surgirán otros tantos elementos que le acompañaron durante su desarrollo, hasta evitar que su crecimiento se diera con normalidad.
Cuando se publican titulares que difunden estos hechos, la población se alarma, comenta y hasta llega a juzgar al implicado, pero no se medita sobre el porqué del hecho y qué factores pudieron incidir para llegar a tomar tal determinación.
Pregunto: ¿Qué están haciendo los padres de familia para evitar que sus hijos sean alcanzados por estos hechos? No se puede vivir escandalizado o con temor y hasta pensar que jamás les va a suceder. Es necesario dedicarles tiempo de calidad a los hijos, todos están expuestos al peligro, pero si se fortalecen los valores, ayudados de una comunicación permanente, de seguro no serán blanco fácil para caer.
Al abordar este tema, basado en hechos que se registran en mi Panamá, el país de las oportunidades, hago un llamado a proteger el núcleo familiar, luchemos por conservar a las familias panameñas unidas y saludables.