Infiernillo político
Bueno, bueno, hubo un filme hollywoodense titulado “Los once del patíbulo”, sobre unos delincuentes sacados de la cárcel para realizar una misión bélica. Por cierto, en la
Bueno, bueno, hubo un filme hollywoodense titulado “Los once del patíbulo”, sobre unos delincuentes sacados de la cárcel para realizar una misión bélica. Por cierto, en la Asamblea, en la votación en contra de la defensora del pueblo para destituirla, se reprodujeron los once perredianos al patíbulo electoral, quienes en contra de su convicción sobre la culpabilidad de la procesada, se sometieron al incorrecto dictamen de su partido.
De paso, quedó claramente expuesto no solo la corruptela de los nacidos bajo la bota militar, sino que dieron claras muestras de su parto cuartelario adscritos al criterio de la “obediencia debida”, o sea, el aberrante sometimiento de su voluntad.
Cuando aceptas sobre tu conciencia y tu dignidad de ser pensante y libre someterte a la voluntad de otro, eres una simple marioneta, un sujeto sin principios ni dignidad.
Aun peor, reconocer públicamente que, pese a considerar la culpabilidad de la defensora, te abstienes de votar por “disciplina partidaria” es aceptar tener un bajo concepto de valores propios éticos y morales y, consecuentemente, podrías ser capaz de cualquier cosa.
Así como el desconocimiento de la ley no es excusa para no cumplirla, alardear de someterse al dictado de otro disciplinadamente no elimina el acto negativo.
Por otra parte, queda debidamente plasmada la soberbia del candidato presidencial del mayor partido opositor decidido a imponer su voluntad por encima de las de sus copartidarios.
A la vez se evidencia lo que sería su actuación si llega a presidir el poderoso Ejecutivo, centralizador de poderes para desde allí someter a su capricho a los demás, acción que ahora políticamente aparenta criticar.
Los electores deben ser muy cuidadosos al momento de emitir su voto y tomar muy en cuenta todo el entorno político para estar conscientes, al momento de elegir, el futuro que desean para ellos y para su país.
Cabría preguntarse: Y ustedes, ¿con quién están?
El médico, novelista y dramaturgo inglés William Sommerset Maugham escribió: “La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer. Busca excusas”.
Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos, que el próximo jueves habrá más.